De barbijos y guantes de látex.

Sí, me dolió la garganta. También tuve dolor de cuerpo. Sí, sigo con tos. Pero no me miren con cara de traer conmigo la pandemia que acabará con todos.
Sí, estuve en el médico. Me revisó y me hizo una pila de preguntas. Sí, estuve enferma. Pero no tienen por qué alarmarse, no soy portadora de la influenza A. Tampoco del dengue o la ya pasada de moda gripe aviar.
Sólo me quedan los restos de una faringitis viral bastante fuerte, pero cada vez que toso siento que las miradas de los que están alrededor son más letales que cualquier enfermedad.
Entiendo toda la cuestión de la trasmisión de virus, de la gravedad de muchos de los casos y los cuidados mínimos que uno debe tener, pero tampoco es para sobredimensionar el asunto.¡La que faltaría es que mis alumnos reciban sus examenes corregidos por mí usando guantes de látex! Ni toser tranquila se puede, pucha digo...
Buona notte!