jueves, 8 de febrero de 2007

De como Curly llego a ser Koyak.



La tarde transcurría tranquila en las colinas lejanas. El padre de Curly, trabajador incansable, cortaba el pasto de su casa, bañado por el sol – y picoteado por los mosquitos.
Al ir terminando su labor, su mente iba tejiendo la idea de su próxima actividad. La cortadora de césped fue su musa inspiradora con su ruido y vibración constante. Decidido, entro a la casa, tomo la cortadora de pelo y exclamó: “Esta vez, el pelo a mi hijo se lo corto YO”. Cabe aclarar que al niño siempre le habían cortado el cabello con semejantes maquinas, pero SIEMPRE en la peluquería.
En otro lado de la casa, la madre del niño yacía placidamente alejada del calor, tereré en una mano y control remoto en la otra: casi un opuesto perfecto al de su amado esposo.

Padre: Traé al gordo que le voy a cortar el pelo.
Madre: ¿Qué?
P: Traelo, que le voy a cortar el pelo.
M: ¿Estas seguro? Podemos esperar a que la peluquera vuelva de su luna de miel y llevarlo. Tampoco es para tanto.
P: Yo sé como hacerlo. Además, hace mucho calor y el gordo transpira mucho con esa melena… Dale, traelo.
M: Si vos decís…

Minutos mas tarde el niño, en su inocente ignorancia, esta feliz sentado junto a su padre, quien pasa de una emoción inicial muy profunda a la más terrible decepción al darse cuenta que el aparatito no funcionaba tan bien como creía.
Destornilladores, ajustes, tornillos, cambio de perillas… y la maquina vuelve a la cabeza mitad “peluqueada” del niño.

M: (Sacando fotos y haciendo un video): ¿El mirar me hace cómplice?
P: Obvio.
M: Creo que me voy, entonces… luego de esta última foto.

De pronto, un silencio sepulcral es seguido del histérico grito de la madre: “¡Le pusiste el ganchito cortito!!! ¿No te diste cuenta? ¡¡¡¡Le estas rapando la cabeza!!!!!”

P: Me pareció que cortaba más que antes, pero pensé que era sólo por el poco pelo que tiene el gordo.
M: Yo no puedo ver más. Me voy. Es demasiado.

Ya era demasiado tarde para cualquier otra cosa. Había que terminar lo que se había empezado. Pero el niño Curly ya no seria el mismo…
Ahora, le dicen Koyak.

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