jueves, 29 de mayo de 2008

www.cagastellano.com.ar

Me temo que nuestro querido idioma castellano está por sucumbir ante la presión y dar el mal paso. En cualquier momento, ya no lo podremos llamar más por su nombre, sino por su apodo – ese que hace unos cuantos años atrás le diera de forma tan acertada Raúl Portal: cagastellano.
Cada vez que salgo a la calle, veo la tele, abro mi despensa, leo un manual de instrucciones o escucho al pasar alguna conversación, todo me lleva a pensar que cada vez son más los que usan, abusan y mal usan nuestro idioma. Con más frecuencia de la que muchos quisiéramos, se ve al inglés irrumpir impunemente en nuestras vidas. (Y ojo, vivo de él, pero en un contexto totalmente diferente – en el cual no pienso ahondar ahora).
Pero bueno, me molesta mucho ya no poder entrar más a un kiosco porque la marquesina me indica que el local es un “drugstore”. Si supieran…
Por ejemplo, a las madres primerizas ya no se les hace una lluvia, sino un(¿a?) “baby shower, en los hoteles ya no nos registramos más, hacemos el “check-in”. Tomamos sol en “Bananita Dolca Beach” y compramos caramelos con sabor a super cherry refrescante. ¡¿Qué necesidad hay?! Palabras es lo que nos sobra… O por lo menos así solía ser, cuando de agrandados no más, nos llenábamos la boca diciendo que hablábamos un idioma cuyo léxico era uno de los más extensos y variados.
El advenimiento de la revolución tecnológica y de la posterior revolución cibernética también tuvieron su parte. No entiendo qué costaba tomarse cinco minutos y – te de por medio – ponerse a pensar en una buena versión castellana para tanto concepto nuevo.
Creo que nuestro idioma se está viniendo a menos, pero a la gente parece no importarle. A veces me pongo a pensar en los españoles, a costa de quienes tanto nos reímos en chistes y cuentos, pero que de forma mucho más inteligente que la nuestra, se animaron y le pusieron el pecho a esta ola de nuevos anglicismos y decidió no tener “PCs”, sino “ordenadores” y un “ratón” para moverse por la pantalla. Tampoco escriben en “blogs”, sino en “bitácoras”. ¡Muy bien 10 para ellos!
En contraparte, nosotros mandamos “e-mails” con “attachments” y si no podemos mandarlos desde casa, nos vamos al “ciber” (qué por lo menos todavía lo pronunciamos con nuestro acento, pero estoy segura que no faltará algún vivo que quiera empezar a pronunciarlos “saiber”).
Otra cosa que llama la atención es que ya no hay más cosas que estén de moda, ahora todo es “fashion”. Y si de fashion se trata, nada como poner carteles en las vidrieras que digan “Sale”. Es que “oferta” es muy grasa. ¿Y qué queda para “súper oferta” u “ofertón”? “ ¡No es para gente como uno, viste…”.
No se me mal entienda, por favor. Soy profesora de inglés y fomento su uso, pero siempre dentro de la coherencia: o usamos castellano o usamos inglés, pero no los dos – y menos como algo habitual. En mi caso, trato de evitar un término en inglés si existe uno en castellano (aunque debo reconocer que a veces cedo a la tentación de hablar de “posts” y no de “entradas” en este “blog”). También es cierto que en algunos casos, sobre todo cuando mi nivel de consciencia, mi habilidad o ganas de pensar es muy bajo y rayando con lo inexistente – y siempre y cuando mi interlocutor es alguien de confianza – se me pueda escapar alguna barrabasada como: “¿Che, ya descargaste el último episodio de la “sitcom”?
Pero me produce vergüenza ajena escuchar a la gente hablar tan ligeramente sin pensar que, poco a poco nuestro idioma está perdiendo algo…
Los ejemplos abundan; lo que no abunda es mis ganas de seguir escribiendo.
Así que, señoras y señores, pongámonos un poco las pilas, seamos creativos y originales para que podamos seguir diciendo con orgullo que el castellano es uno de los idiomas más ricos que existen.
Ah… pero hay una palabra que es bien nuestra, cero traducciones:
¡NO SE OLVIDEN DEL CHUPACABRA!

miércoles, 28 de mayo de 2008

Fotos del finde.

Las dos primeras fotos son de Santa Fe. En la primera de estas, estoy intentando que Karina pruebe un mate, pero eso fue lo más cerca que estuvo de uno. La otra foto -- no demasiado artística -- refleja lo que fue el fin de semana: pura carcajada.
Las úlitmas fotos son dentro del campus de la UAP. Como no podía ser de otra manera, la llevé a conocer el lugar donde viví los tres primeros años de mi carrera (el "hogar", en la universidad). La otra, con la biblioteca de fondo.

martes, 27 de mayo de 2008

Del finde y los recuerdos.

Este fin de semana vino a visitarme Karina. Hacía mucho que no nos veíamos, y cuando lo hicimos siempre fue a las corridas o como visita de médico.
Pero este fin de semana fue distinto. Volvimos a compartir muchas cosas juntas y en cierta manera, volvimos a nuestra adolescencia.
Ni bien empezó a desarmar el bolso para acomodarse, sacó un par de zapatillas y me dijo: "Me las traje, sólo por que te conozco y sé que me vas a sacar a caminar." Dicho y hecho.
El sábado nos acompañó a la iglesia y luego la llevé a recorrer el campus de la universidad. A la tarde, nos fuimos en bandada a Santa Fe. Además de recorrer ambas costaneras, nos fuimos a la peatonal (donde nos metimos en cuanto local pudimos...) Luego, terminamos cenando en Triferto, que vino bárbaro porque tiene un lugar para que los chicos jueguen.
El domingo de mañana fue muy gracioso porque la llevé de "city tour" en mi súper zanellita (para recordar cuando le pedíamos la suya a Marta) y salíamos por todos lados. No les puedo contar lo que nos reímos.
A la tarde, luego de presenciar el acto y desfile del 25 (yo nunca había ido a uno acá en Libertador) salimos al centro a ver vidrieras. O eso fue lo que dijimos. ¿O alguna vez vieron a dos mujeres que salgan juntas y sólo miren, y vengan sin ninguna bolsita? ¡No!
Personalmente, hace mucho que dejé de salir a comprar ropa con alguien que me acompañe y me ayude a decidir. He superado la etapa de "me lo llevo", no porque estuviera convencida si no porque luego de haberme probado 10 pantalones, me daba muuucha vergüenza decir: "No, ninguno me va". Ahora, si algo me gusta lo llevo, si tengo la mínima duda lo dejo.
Pero bueno, el domingo las vidrieras nos invitaron gentilmente a entrar a algún que otro local...Me sentí rara diciendo: "¿Qué te parece esta camperita?". Cuando ella me respondió; "No, la negra no. Llevá la verde o la uva", sentí que volvía al pasado... (De paso, compré la uva...)
Obviamente, en las noches que estuvo en casa fuimos las últimas en acostarnos -- nos quedamos charlando hasta cualquier hora.
La verdad es que lo pasamos re-bien. Pero todavía sigue mi deuda pendiente: no la pude hacer tomar un mísero mate en todo el finde...
Da para otro encuentro...
Salu2 a todos!!!

viernes, 23 de mayo de 2008

Rompiendo el chanchito...

El enrulado de poco más de un metro de altura, usando unos lentes oscuros que no podían ocultar su cara de emoción, entró a la juguetería a las 11:30am. Si no hubiera sido por algunos comentarios que “alabaron” sus rulos y el “toque” canchero que le daban los lentes , que de la vergüenza que le dio le borró un poco la cara de pícaro con la que entró, creo que se hubiera animado él mismo a pedir la rampa para los “sautitos” (entiéndase: estación de servicio).

El tema fue que anoche, el chanchito-alcancía de Mati le permitió a un buen puñado de monedas de $1 volver a ver la luz del sol. Habíamos charlado con el gordo de que con ese dinero compraríamos otra estación de servicio para reemplazar a la anterior (que ha había tenido dueño previo - si entienden lo que digo – y ya había cumplido su función…). Y bueno, luego de apartar algunas moneditas “para Jesús” (como dijo él) y prepararlas para llevarlas el sábado a la iglesia, el gordo puso el resto en un balde y se fue a dormir con la idea del nuevo juguete en mente.

Hoy en la juguetería, cuando nos atendieron y le dije al vendedor que Mati pagaría su propio juguete, vi como varios de los otros clientes, el cajero y dos vendedoras más se dieron vuelta para mirarlo y empezaron a cuchichear. Una vez que llegué a la caja, Mati le entregó su bolsita de monedas. Para esta altura, el cajero ya se dirigía al gordo como “señor” y la monjita que estaba detrás nuestro para pagar lo suyo le decía a la chica de detrás del mostrador: “qué ternura ese nenito…”.

Nunca me imaginé que una simple compra pudiera causar tanto alboroto. Al “señor”, hasta le terminaron regalando unas calcomanías de “Cars”. ¿Será que nunca vieron a un nene comprar su propio juguete? La verdad, me llamó bastante la atención.

Pero bueno, el gordo casi ni aguantó y ni bien terminó de comer se puso a jugar. Se pasó el día EN-TE-RO con su “rampa”. Meli, por supuesto, también quería ser parte del juego y eso causó algunos conflictos fraternales…

Acá están unas fotos de Mati para que vean que no hay refrán más acertado en este caso que: “como niño con juguete nuevo”.

lunes, 19 de mayo de 2008

De todo un poco.

Son casi las 6 de la tarde de un día nublado, pero increíblemente húmedo y caluroso acá en Libertador.
A esta altura estoy terminando el termo de tereré que me acompañó en la ardua tarea de corregir 20 parciales de gramática con temperaturas que a la tarde sobrepasaron los 30°.
¡Parece mentira que estemos en Mayo! Dicen que se viene la lluvia y luego el frío. Espero que se vengan pronto y que el finde, aunque haga frío, esté lindo.
El tema es que estará viniendo a visitarme Karina Ibarra (mi amiga desde la infancia). Siempre anduvo con planes de venir, pero recién ahora se dan las cosas. Tengo organizado todo el finde para llevarla a recorrer lo que más se pueda, así que por eso estoy rogando que el clima acompañe. Sería un bajón que justo llueva...
El resto de mis cosas siguen bien, aunque muy a las corridas, como de costumbre. Para que se den una idea, en este momento, mientras escribo estoy relojeando a los gordos que juegan a la persecución en el patio. Meli cancherea con sus habilidades más de la cuenta, pero igual la pilotea bastante bien y puede seguirle el tranco a Mati. Ahora están corriendo, pero hace un rato se perseguían estando motorizados: Mati en la bici; Meli en su zapatilla (pata-pata). ¡¡¡NO PA-RAN UN SE-GUN-DO!!!!
Cambiando de tema, les cuento que estoy re-contenta por la Fuxa, que el viernes logró entrar a la residencia en el Pirovano. Ha dejado de ser una desocupada más... Tanto esfuerzo valió la pena.
Bue', sin más novedades este post llega a su fin. Les dejo unas fotitos del finde para que disfruten.
Besos.

domingo, 18 de mayo de 2008

Los señores caja.

Tío y sobrinos pasando un rato divertido juntos. Por las caras, aunque camufladas, no se quién de todos se estuvo divirtiendo más...

domingo, 11 de mayo de 2008

Desmistificando refranes.

Todos usamos refranes. Su uso tan habitual ha hecho que muchas veces los repitamos sin pensar demasiado en lo que estamos diciendo. Razones de las más variadas me pusieron a pensar en algunos de estos dichos populares y me hicieron cuestionar, o poner cierto manto de duda sobre sus significados e implicancias.

A continuación, un humilde análisis. Si alguno más iluminado quiere hacer un aporte, ya sea aclarando o agregando, siéntase libre de hacerlo en la sección de comentarios.

A CABALLO REGALADO NO SE LE MIRAN LOS DIENTES: Como nunca me regalaron uno, nunca estuve en esa posición incómoda de tener que evitar mirar una dentadura “llamativa”. Ahora, si no hay que mirarle los dientes, ¿QUÉ debemos mirar?

MUCHO ABARCA, POCO APRIETA: En este caso, me tomaría el atrevimiento de reinventarlo, diciendo: “Mucho abarca, mucho aprieta”. Y si no, recurran a la imagen mental de intentar cerrar un pantalón luego de una suculenta comida o de meses de inactividad física… Y no, no se puede.

TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR: Digo, si este fuera el caso, ¿volverían, por ejemplo a la época en que todo “Menem lo hizo”? (Cuidado con las respuestas…)

2 x 3 LLUEVE: Nunca me llevé muy bien con las matemáticas, pero si hay algo que me quedó grabado a fuego de la primaria es ¡¡¡ LA TABLA DEL 2!!!! Mi seño Yeye puso mucho empeño para que yo aprendiera que 2 x 3 es 6, para que ahora venga un grupo de meteorólogos que no está pudiendo interpretar de forma demasiado correcta los fenómenos naturales y quiera resumir todo con un: “Y bueno muchachos, cada 2 x 3 llueve.”

AGUA QUE NO HAS DE BEBER, DEJALA CORRER: Supongo que quién pensó en esta, ¡no daba ni dos mangos por la ecología!

DONDE HUBO FUEGO, CENIZAS QUEDAN: No necesariamente. En Buenos Aires no hubo fuego, pero los porteños tienen los pulmones llenos de humo entrerriano y las calles tapadas de ceniza chilena.

LA MITAD MAS UNO: ¿es lo mismo que uno y medio? (Sé que éste no es un refrán, pero en un día como el de hoy, con taaanto fútbol y bosteros revoloteando se me dio por incluirlo dentro de los dichos populares).


No encuentro mejor manera de concluir este post, mis queridos lectores, que hacerlo con un refrán. Está más que claro por la temática de hoy, que puede haber tantas interpretaciones como gente que haya tenido la paciencia de leer hasta aquí. En ningún caso me hago responsable por (malas) interpretaciones…


“Cuando un dedo apunta al cielo, sólo el tonto mira el dedo”.

Caperucita rosa.

Estas son unas fotos de ayer, luego de volver de la iglesia. Las sacó Yane.

martes, 6 de mayo de 2008

Tú, yo y Dupree.

Hacía rato que no veía una peli, así que anoche vimos una con Goldy. Me encantan las comedias, así que elegimos: "Tú, Yo y Dupree".
Al tal Dupree lo interpreta Owen Wilson, que es uno de mis comediantes favoritos (además del hecho de que me gusta mucho su acento y su forma de hablar y disfruto muchísimo escucharlo).
La peli está buena, con un par de escenas para matarse de risa. En la útlima de éstas me reí tanto que me agarró tos y me lo pasé tosiendo hasta que me fui a acostar. No hay nada como un buen porrazo, de los impredecibles, claro. (Silvi: acordate del de la bici y te vas a dar una idea de lo que digo... JUA, JUA, JUA, JUA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!)
Bueno, en el post más que trivial de hoy les dejo la sugerencia de esta peli para pasar un buen rato.
Salu2.

lunes, 5 de mayo de 2008

¡Qué envidia!

Acá les dejo unas pocas fotos de lo que fue la expedición que hizo Goldy durante el finde. Se fue a Córdoba con gente del PEF para hacer un reconocimiento del área y establecer los contactos para luego hacer la expedición completa con el alumnado del PEF por Septiembre.
Saliendo de Mina Clavero, terminaron en la Quebrada del Condorito.
Hace unos diez años atrás fui de expedición a la misma quebrada, aunque en ese entonces hicimos un recorrido un poco más corto. Fue genial, y ver las fotos ahora me produjo sentimientos encontrados: por un lado me puse contenta de no tener que exigir mi cuerpo a semejantes condiciones que requieran de tanto estado físico. El sólo hecho de imaginarme otra vez con una mochila de unos cuántos kilos encima, pasando frío y postergando una buena ducha por unos cuantos días no es de lo que más me atrajo.
Por otro lado, reviví un montón de cosas. Se me pasaron por la cabeza las expediciones en bici por el circuito 7 lagos (San Martín de los Andes - Villa la Angostura), Sierra de la Ventana, Catamarca, etc... Si tuviera la oportunidad, un poco más de ganas y algunos años menos, creo que lo volvería a hacer. Nunca es tarde, supongo...
Bue, disfruten las fotos y como yo, muéranse de envidia por no haber participado... je, je, je,

jueves, 1 de mayo de 2008

Cada loco con su te-ma...

Recuerdo que fue en mis épocas de estudiante universitaria donde me hice amiga del mate. Muy pocas veces había tomado antes, pero no pasó mucho para que esta infusión tan típica argentina se convirtiera en compañera infaltable tanto en las solitarias horas de estudio como en las rondas de charlas con amigos.

Fue también en esa época que empecé a descubrir que puede ser que "el sentimiento del mate" sea uno sólo, pero que para gustos, NO HAY NADA ESCRITO. Igualmente, por una cuestión de cortesía si uno no es el cebador, se tiene que bancar lo que venga…

Nunca me voy a olvidar de "Kiki", una paraguaya muy piola – pero que roncaba como desgraciada y …. Sí, me estoy yendo del tema, así que retomo – con la cual viví por casi un cuatrimestre. Por las cantidades de mate que tomaba, todavía no sé cómo fue que su piel nunca tomó un color verduzco, aunque intuyo que los paraguayos tienen un poco de sangre azul y por lo tanto, contrarrestaba… La cuestión era que cuando ella preparaba el mate, había que aguantar mates muuuy amargos y que nuuuunca se lavaban (sabía muy bien el secreto para que no se lavaran).

Si de casualidad alguna vez mi amiga Laura preparaba uno, yo ya sabía que no debía alejarme demasiado del baño: mates fríos y dulces pueden ser una combinación peligrosa. Después estaban los de Maie, una correntina que sólo tomaba "Playadito". Y bueno, cada uno tenía sus preferencias.

Recuerdo también a los primeros grupos de A.C.A (Adventist Colleges Abroad) . Eran los primeros años de encontrarnos con chicos americanos que venían en bandadas. A todos les llamaba la atención el mate y a muchos les gustaba, pero… en muchos casos ellos iban y se compraban sus propios mates y bombillas… PARA TOMAR SOLOS!! En las rondas, cada "yanqui" tenía el suyo. Me daba mucha gracia y hasta consideraba un tanto ridículo su proceder (sin ponerme en sus zapatos culturales, claro…).

Pero ahora, como pueden apreciar en la foto, en casa no distamos tanto de tanta ridiculez. La foto la saqué el otro día ante el shock que me produjo ver todos esos mates en una sola casa.

Paso a contarles: de derecha a izquierda, mates, dueños y gustos.

El primero es de Goldy (¿pueden ver que le grabé el nombre?). Él prefiere las yerbas con yuyos (puaj!), y para endulzar, sólo azúcar – que agrega cada mate por medio (puaj x 2!!!). Además, sus mates tienen que estar bien calientes (y si el agua hirvió, no importa… (puaj!!!!!). Eso sí, una vez que se lavan, chau.

El siguiente es el mío, más humilde en tamaño. Nunca uso yerbas fuertes, pero tampoco las de yuyos (por el momento, mi favorita es "Mañanita, suave". Le pongo edulcorante al primer mate, y ya con eso lo considero endulzado para toda la cebada. Me gustan los mates calientes, pero si se enfrían o se lavan, tampoco me hago demasiado drama – a veces tomo con los palitos flotando. Sé que a muchos esto le revuelve el estómago. Jua, jua, jua, jua!!! Ah, y el agua, siempre en termo. Me embola andar recalentando el agua a cada rato, pero vieron… algunos disfrutan el hecho de llevar la pava a cada ratito el fuego… es parte inseparable del proceso, parece.

Después viene mi vaso de tereré (el día de la foto tomé mate a la mañana y tere a la tarde por el calor). Siempre lo preparo con jugos cítricos y cuando puedo le agrego unas hojas de menta, pero ahí termina la ciencia.

Por último está el mate de mamá: el de metal. Por su tamaño, tranquilamente se podría confundir con un dedal. Ella tipifica una clásica: yerba común (nada de hierbas y demás), azúcar (nada de edulcorante, eh!!) al primero y agua en pava.

Y es así como cada uno, como en cada cuestión de la vida, tiene sus gustos y preferencias. Imagino que cada lector tendrá los suyos, y es posible que no se hayan podido identificar con ninguna de las descripciones anteriores. Si es así, termino con un refrán para que todos nos sintamos incluidos:

"Cada loco con su mate tema".