lunes, 26 de julio de 2010

¡Gracias!

Hace ya casi un mes me operé de tiroides. Para ayudarme un poco, sobre todo con el post-operatorio, vino mamá. Luego, fuimos de vacas para Tandil, así que en total estuvimos con ella un mes.

Durante ese tiempo tuve, entre otras cosas, niñera y cocinera full time. Los que la conocen, saben que es hiperkinética (aunque no quiera reconocerlo, je). Así que un día me levantaba y tenía los vidrios limpios, otro los pisos encerados. También me dejó un freezer con comida lista para que no me preocupe cuando ande apurada durante el cuatri.

Yo ya le agradecí por todo, pero tal vez no sea sufiente... Entonces, escribo esta entrada para que conozcan un poquito más de ella, de una persona dispuesta a ayudar siempre y a cualquiera que lo necesite; una persona que se olvida de ella para ocuparse de los demás; que da con el corazón.

¡¡Gracias, má!!

Te quiero mucho.

Titi.

martes, 20 de julio de 2010

Waka-waka


Aunque no deleite oídos como Susan Boyle, me gusta mucho cantar. Aunque no perfore tímpanos como la Marengo, me gusta que nadie me escuche.* El problema es: ¿dónde tenés la libertad para combinar ambas cosas? En el auto.

Cada vez que me subo, luego de poner la llave para arrancar, indefectiblemente y de forma casi autómata, empiezo a cantar. Les puedo asegurar que mi tutú ya escuchó en repetidas ocasiones salir de mi boca desvergonzada el “Waka-waka” de pe a pa… con sus estrofas en castellano, en inglés y… sí, sí… ¡en fang! (¿Quién dijo por ahí que no tenía oído para la fonética, eh, eh?).

Hasta ahí todo bien. Pero desde hace un tiempo me está pasando algo extraño: me subo, pongo la llave para arrancar, indefectiblemente y de forma casi autómata, empiezo a cantar y…. ¡zás! Me viene a la mente la imagen de alguien escondido en el asiento trasero. Su intención no es la de sacar un arma y pedirme el auto. Tampoco la billetera. No. Su sola intención es escucharme cantar. No sé si me ruborizo, pero es algo insólito y aunque sé que no hay nadie, doy una rápida inspección visual como para quedarme tranquila.

Y una vez que me aseguro de mi soledad, ¡que siga la música!
…. “Tsamina mina eh, eh
Waka Waka eh, eh
Tsamina mina zangalewa… This time for Africa!

 Si juego a esto en el face, seguro no me va tan bien...
(…. “Tsamina mina eh, eh
Waka Waka eh, eh
Tsamina mina zangalewa…)


*Creo que no le vendría nada mal a la Marengo seguir mi ejemplo…