domingo, 28 de febrero de 2010

Tres agradecimientos por mi cumple.

1. A Dios, por haberme dado otro buen año de vida.

2. A todos los que se acordaron y me dieron la alegría de sentirlos cerca.

3. A todos los que se olvidaron (me siento tan identificada con ellos) y me hicieron saber que no soy la única que lidia con esto.


Saludos a todos.

jueves, 25 de febrero de 2010

Una guerra perdida.

Si querés estar en forma, hacés ejercicio.

Si querés hablar otro idioma, te registrás en Livemocha.
Si querés aprender a manejar, le robás el auto a tu viejo vas a una academia de manejo (¿?)

Hay muchas cosas que con fuerza de voluntad, esfuerzo o fianza práctica, salen.

Hay otras que no. Una de ellas es la ley de la genética.

No importa si tenés una voluntad de hierro, si le ponés mucha garra o tenés una cuenta bancaria abultada mucho tiempo para la prueba y el error. La guerra contra los genes es una guerra perdida. Punto.

Y yo recién ahora me estoy dando cuenta. Todos estos años pensando que era posible; que con un poquito más de ganas iba a recordar los nombres de todos mis alumnos -- por lo menos al final del primer mes -- que me iba a salir el apellido de mis vecinos sin titubear o que a mi hermano le iba a embocar con “Momo” en el primer intento sin pasar por el bochorno de decirle: “Che, Goldy, Mati, eh… Momo…”.

Podría haber heredado la combinación genética de mi mamá, esa que hace que se acuerde de los nombres de todos sus conocidos desde que fue al jardín de infantes hasta ahora, las fechas de cumples de todos, sus patentes de autos y sus números de teléfono (no… de los celus no. Pero de los fijos, toditos), por mencionar algunos… (Ahora que lo pienso, podría ser una muy buena agente encubierta...).

Pero heredé la de mi viejo, que no se acuerda el día de su aniversario (y sí, lo cuento porque es de público conocimiento ya), duda si mi cumple cae un 26 o un 27, y tal vez ni se acuerde lo que comió el día anterior.*

Así que, señoras y señores, como bien dice uno de mis refranes favoritos: “No le pidan peras al olmo”. Déjenme vivir en mi triste condición de desmemoriada crónica. Todavía no es algo que me afecte demasiado… y creo que cuando lo haga, estaré senil y chocheando, por lo tanto, lo olvidaré…

* Y para no dejarlo mal parado, para algunas cosas mi viejo tiene una memoria increíble. El tipo es un claro ejemplo de lo que es la "memoria selectiva"... ¡Ja!

lunes, 22 de febrero de 2010

"Vieja, ya no soy un nene."

El 27 de mayo de 2005, Mati nos mostró su primer sonrisa. Meli lo hizo el 10 de mayo de 2007. La primer palabra de Mati salió de su boquita en junio de 2006; no fue ni “mamá” ni “papá” (mal que nos pese), sino “gong” (gol, pelota – nótese que era en época de mundial). Meli dijo “mamá” el 15-01-08.

Para los que somos papás, cada “primera vez” de nuestros hijos es un evento tan trascendental que anotamos la fecha en que ocurren, si se puede sacamos fotos, y se las contamos a cuanto ser se nos cruce por el camino: el día que se largaron a gatear, el que dejaron el chupete, la teta, el día que se pararon solitos, que caminaron, el que dieron un beso o se mandaron su primera travesura, por mencionar algunos.

Cada uno de estos momentos, tan mágicos como impredecibles quedan grabados a fuego en la memoria. Recuerdo cuando Mati se empezó a incomodar por la inminente salida de su primer diente. Sabíamos que “estaba por salir”, pero cuando le estábamos dando de comer y la cucharita hizo ruido, supimos que el momento había llegado. Así nomás, de sorpresa. Un día Meli se tambaleaba de una silla a otra y al siguiente, sus primeros dos pasos. ¡Qué emoción! Todas estas situaciones tuvieron algo en común: ocurrieron en casa – o en el parque, o la casa de un abuelo, pero siempre dentro de la “burbuja familiar”…

Pero el próximo evento ya tiene fecha y hora. El lunes 1° de marzo, Mati empezará el jardín. Por supuesto que hay mucha alegría, pero también (y tal vez de forma muy egoísta) me pregunto: ¿a dónde se me fue el tiempo? ¿dónde está “mi bebé”? ¿habré sido lo suficiente buena mamá para prepararlo para empezar a explorar el mundo solito? ¿qué voy a hacer cuando ya no me quiera dar el beso de despedida por vergüenza a sus compañeritos?

Los chicos crecen y de a poquito se van soltando de nuestras manos. Primero sueltan un dedo, luego otro… y cuando nos queremos acordar ya son hombres y mujeres que nos dicen: “Vieja, tengo 30, dejá de decirme “nene”.”

Es el proceso natural de la vida, pero hoy siento que me va a costar mucho aceptar que mi gordo ya empieza a independizarse y a volar solito… Así y todo, sé que lo hará de lo mejor.

Buenas noches.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Solicito neurona para chico necesitado...

¿Cuántas neuronas necesitás para darte cuenta que no tenés que estacionar tu auto enfrente a un garage -- aunque sea por dos minutos? Mi cálculo estimado es que con una solita -- y hasta en estado de ebriedad -- podría alcanzar. ¡Parece mentira que haya gente que ni a eso llegue! (Y sí, estoy caliente.)

miércoles, 10 de febrero de 2010

Mi ausencia...

Mi paso fugaz por este blog (con alguna que otra foto cada tanto) y mis ausencias prolongadas se debieron a un estado de relax total en el que ni siquiera supe en qué día estaba viviendo. Mis días veraniegos se pasaron en ojotas, siempre con alguna infusión en mano, nadando en la pile, maldiciendo a los insectos, saliendo en familia, asustándome del lagarto, y no haciendo mucho más.

También pasamos unos días en Mar del Plata y otros pocos en Tandil. En el viaje de vuelta trajimos a Romi (mi sobri). Mati y, sobre todo, Meli están disfrutando mucho la presencia de otro chico más en la casa.

Esta semana, y muy de a poquito, me comencé a hacer la idea de que el comienzo de un nuevo año escolar es inminente. Pero cuesta. Mi cabeza rechaza toda idea de horarios, salidas programadas, actualización de programas, etc. Mi cuerpo no acompaña…

Gracias a Dios el cambio es paulatino. El lunes comenzó acá en la UAP un congreso de educación. Ha sido una buena manera de empezar a moverse. La próxima semana tendremos la oportunidad de ver qué han hecho nuestros alumnos en las vacaciones y cuanto han estudiado para sus finales… (espero que no hayan estado tan relajados como yo… ).

Todavía estoy en punto muerto, pero ya con el pie en el embrague. En cualquier momento pongo primera y ahí sí… Tanto en lo literal como en lo figurado, me gusta manejar rápido, así que no pasará demasiado hasta que mis alumnos, mis hijos y mi esposo me digan: "¡¡Che, bajá un cambio!!"

Con suerte, también sentirán esos rugidos de motores también en este blog. ¡Saludos, bloggers!

miércoles, 3 de febrero de 2010

Marcha con 300...

Diálogo gracioso hoy en el almuerzo.

Titi: Hoy salimos con Ro y Meli al centro, pero encontramos los negocios cerrados por el feriado.
Goldy: Sólo a vos se te ocurre salir en feriado.
Titi: Es que es una fecha que no registro como feriado.
Romi: ¿Por qué es feriado?
Goldy: Por una batalla... no me acuerdo bien cual.
Romi: ¿LA DE GEDEON?
Titi: Jua, jua, jua, juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!
Romi: Tía, ¿por qué te reís de mí?
Titi; Jua, jua, jua, juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
Goldy: No se recuerda la batalla de Gedeón.
Romi: ¿Entonces, cual?
Titi / Goldy: (?)
Google: Gente ignorante, esto es lo que conmemoramos.