Tener a dos nenes en
edad escolar equivale a pasar un rato de cada tarde ayudando en las tareas.
Meli todavía no tiene mucho… Así y todo, lo que le ha tocado hacer fue importantísimo
para ella. Deberían haberle visto su cara de emoción cuando llegó el otro día
diciendo que tenía la primera. Había que “pintar muy lindo y prolijito” un
dibujo.
La historia de Mati es
distinta. Desde el año pasado tiene tareas todos los días de lunes a jueves.
Están muy bien planificadas porque a los chicos les lleva relativamente poco
tiempo pero les ayuda a crear un hábito de constancia. Y es este contexto que
con Goldy hemos delimitado bien nuestras
tareas: él está con Mati cuando hay deberes de matemática y yo cuando hay cosas
de lengua. La distribución no podría haber sido mejor.
El flaco es de pocas
palabras. Su lema es: "se habla o escribe cuando hace falta y se va al punto". Eso de buscar
sinónimos, pensar en antónimos y revisar ortografía son cosas que hábilmente delega.
A Microsoft Word.
Por mi parte, creo que
si me lo propusiera podría reaprender las tablas, pero mis habilidades
cognitivas simplemente no me permitirían volver a hacer divisiones en el papel,
esas que terminan con un rulito dado vuelta…
En fin… cada uno,
feliz con lo suyo. Y hablando de felicidad… ayer dis-fru-té la tarea con Mati.
Las instrucciones eran precisas: escribir una historia que tenga las siguientes
palabras: árbol, plaza, perro, gato, paloma, pelota.
Mati se sentó en la
mesa y luego de leer las instrucciones quiso comenzar a escribir. Ahí, mi
frenada en seco. “Mi amor, no podés empezar a escribir tu historia si no tenés
más o menos una idea de qué va a ocurrir” (nota: si por casualidad alguno de
mis alumnos lee esto les digo: sí, a esto se le llama “brainstorming y sí, le
dije a mi hijo que lo hiciera). Ahí se puso a pensar y a divagar… y después de
un rato comenzó a escribir. Al terminar la historia, que incluía entre sus
personajes a un “perro furioso que estaba oliendo flores”, le pedí que me la
leyera. A él le gustó. A mí me encantó. Por supuesto, luego hicimos una
repasadita para corregir algunos errores de ortografía (nota 2: si por
casualidad alguno de mis alumnos lee esto les digo: sí, a esto se le llama “editing”
y sí, le dije a mi hijo que lo hiciera).
Todo había quedado muy bien. Para concluir, y con letras más grandes
escribió:
FIN
Publicá la historia de Mati porque con la palabra FIN en letras grandes no nos alcanza!! Seguro que escribió un historia hermosa!! Besos.
ResponderEliminarah noooooooooooooo
ResponderEliminarno nos dejes asi!!!
Noe, ¿retomaste tu blog?
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