viernes, 4 de enero de 2013

Mora: la historia continua...

Luego de un mes y medio en casa, Mora ya era parte de la familia. Todos nos adaptamos a las nuevas rutinas: saltar la "tranquera" (o abrirla, pero daba más fiaca) para ir al patio trasero, preparar bidones de 5lts para las mamaderas 2 veces por día, no cortar el pasto para que ella tuviera que comer, etc.

A la yegüita se la veía feliz. Y cuando escuchaba la voz de Goldy, se ponía inquieta esperando que él viniera hasta ella. Le gustaban los baños (¿se baña a los caballos como se los baña a los perros?) y cada tanto logramos que saliera a caminar un poco. Todo bien. Pero ése no era el mejor ambiente para ella. Estaba siendo criada (con las mejores intenciones y con lo que teníamos a mano) con amor, pero como si fuera una mascotita...

Pero luego, el milagro. Como resultado de una charla de pasillo entre un amigo (¡grande, Cucho!) y alguien más dimos con una familia que, sin conocernos, se ofreció a cuidar a Mora en su campo. Para hacer la historia breve: en dos días, Mora estaba yendo a lo que sería su nuevo hogar (todavía no sabemos por cuanto tiempo).



 Rumbo al campo... 


 Carlos, la yegua y su potrillo de dos meses.
 Haciendo las presentaciones... :-)

 El potrillo tomando leche. Mora, ni idea qué es eso.

 
 Mientras tanto en el gallinero.... 


Mora y el potrillito al día siguiente.



Estamos contentos porque Mora está súper bien cuidada (¡y querida!) y porque conocimos a una familia con un corazón de oro que nos abrió las puertas de su casa y nos brindó su ayuda desinteresada.

Veremos como sigue esta historia... :-)


2 comentarios:

  1. Me alegro tanto! Me daba tristeza pensar en que Mora volviese a la isla tan pronto. Ojala siempre pueda estar con gente (y caballos!) que la quieran!

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  2. A mi tambien me dio ganas de llorar cuando vi que se alejaba en esa camioneta...buaaaaaaaaaaaaaaaaa....pero si es para su bien...esta buenisimo!!!!!

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