Acaba de ocurrir lo increible: Matias se durmio solito, y sin llorar.
Hace 10 minutos lo acoste como todas las noches: todavia despierto, y contandole que lo dejaba con "Mickey" y el "Oso Gordo" para que lo acompañaran a la noche.
Al dirigirme a la puerta, ya estaba esperando el estallido en llanto, pero... ¡nada de eso ocurrio! ¡silencio total!
Todavia no quiero cantar victoria -- sobre todo porque esta tarde fue complicado hacerlo dormir sus siestas -- pero me anima a seguir un poco mas.
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