Naranjitas...

Mientras disfrutan la foto de mis dos amorcitos, les cuento como viene la mano estos días en casa.

Como creo haberles comentado, la gorda es bien tranquila. Uno la escucha llorar cuando tiene hambre o le duele la panza, pero el resto del día pareciera que sólo tengo a Mati. Pero ya la semana pasada tuvo sus primeros "berrinches" cuando la acostabamos a la noche. Parece ser que no más con cinco días de vida, la niñita ya sabía muy bien lo que eran los brazos y cuando la poníamos en el catre a la noche, chillaba como loca. Pero bueno, solucionamos el tema en dos noches: una vez que comprobamos que era pura maña, la dejamos llorar y nos fuimos un rato a ver tele al living. Como dicen las abuelas... "santo remedio".

Matías todavía sigue bastante irritable, y suele pasar de la alegría a la bronca en un abrir y cerrar de ojos. Estamos tratando de manejarlo de la mejor manera posible, pero a veces uno piensa que ya perdió la batalla... Hay que tener muuuuuuuuucha paciencia y reconozco que a veces eso es lo que me falta...

Bueno, y cambiando de tema, hoy Mati cumple dos años. Mi bebé va creciendo y a mi me agarra la nostalgia por el paso del tiempo... (Dicen que eso es un signo de que nos vamos poniendo viejos -- pero para que no suene tan trágico, considerando que este año cambié el numerito de adelante de mi edad, mejor digo que me afecta por la "depresión post-parto"....)

Mañana, el gordo tendrá su festejo con sus amiguitos. Mi preocupación es por el clima, ya que hoy pintaba que iba a llover. ¿Me quieren decir que hago con los nenes adentro si llueve? ¿Cómo los entretengo?

La preocupación de Goldy es que el horario del cumpleaños interfiere con sus planes de ver el superclásico Boca-River. Me parece que se va a tener que conformar con escucharlo por radio -- sino, me va a escuchar a mi... Jejejejejeje...

Bueno, esto es todo por hoy. Debería irme a dormir. Hasta mañana.

Titi