jueves, 21 de junio de 2007

Un día normal.

Hoy estrené la bici fija que compré. Fue interesante hacer algo más que estar echada en el sofá mientras miraba un poco de TV. Algunos datos: Recorrí 9km. Lo hice en 45min. (eso sí, lo hice en dos etapas, con la resistencia MINIMA de la bici y a una velocidad muy tranqui…) Me puse a pensar que tal estaba eso y esta es mi conclusión: si considero que por 8 meses fui a todos lados en auto, y que ahora que puedo caminar o hacer un poco de algo, no tengo tiempo y por lo tanto mi estado físico es NULO: está bien. Por otro lado, si recuerdo que hace unos años me subí a una bici y recorrí el “Circuito siete lagos” (desde San Martín de los Andes hasta Villa La Angostura) en cuatro días, veo que estoy hecha percha… Jejejejejeje. Me quedo con la primera, que me da más ánimo. Jejejejeje.
Por otro lado, voy a contarles un poco de Mati y Meli. El gordo hoy comenzó con un día “difícil”, pero al ir pasando el día se fue transformando en un tierno total. A la tarde, mientras esperábamos que llegara Goldy del laburo, trajimos al living todos sus ladrillos y sus autos, nos tiramos al piso y nos pusimos a jugar. A Meli la había puesto en su silla/bebesit, también en el piso. Lo pasamos muy bien. Además, les cuento que Mati está cada día más aparato. Se hace el “estrella” todo el tiempo, poniendo caras de sabelotodo ante cualquier circunstancia. Le encanta practicar sus gestos y “caras nuevas” frente al espejo. Si lo vieran, se lo comen.
Melisa, creciendo cada día. Cada vez está más atenta a todo lo que ocurre a su alrededor. Cuando nos ponemos a “charlar”, hace muchas muecas, sonrisas y muchos sonidos. Uno no se cansa de mirarla. Su día también fue bueno (sobre todo luego del efecto del supositorio que tuvimos que darle, ya que “no pasaba nada” desde el sábado a la mañana…). Desde hace unas semanas duerme toda la noche, y desde hace dos días le estamos enseñando a dormirse solita… Hasta ahora, un lujito: la dejamos en su cuna con sueño, pero despierta, y se duerme al ratito. Es cierto que hubo algunos lloritos, pero no duraron mucho. Con Mati no nos animamos a “enseñarle” de tan chiquito, pero luego nos dimos cuenta que haberlo hecho habría ahorrado muchos llantos histéricos y dolores de cabeza (Los llantos histéricos nuestros al no saber cómo hacerlo callar, y los dolores de cabeza de el por tanto llorar…).
Y bueno, así va terminando mi día. El de Goldy sigue, festejando con su “Boquita” del alma. Se vio todo el partido, y ahora está viendo los comentarios post-partido, la repetición de goles, el análisis de los expertos, los goles que “no fueron”... Digo yo, ¿ver el partido no es suficiente? Afuera se escuchan los bocinazos y los gritos de los hinchas que ya salieron a festejar en el frío. Que alegría es no tener esa loca pasión y estar disfrutando de mi cama calentita. Hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario