miércoles, 9 de septiembre de 2009

Guarda con el Cuco...

Hay miedos justificados, otros no tanto. Hay personas que le temen a la muerte, otros al dentista (y sí… también están los que le tienen miedo al Cuco y al Viejo de la Bolsa). Hay miedos “fashion”, como el temor a los secuestros exprés o a que algún implante explote en un avión, y también hay miedos patológicos (No. no vayan al chiste fácil; éstos no se refieren al miedo a los patos. ¡Habráse visto!)

Por mi parte, no sin un tanto de vergüenza confieso tener varias fobias, pero con orgullo reconozco no tenerle miedo a mucho. En lo que a miedo se refiere, son pocos los ítems que formarían mi lista. De todas maneras, ese en particular me transforma. Reconozco que es irracional, y algunos hasta lo catalogarían de infantil. A pleno día, bajo el mortecino brillo de un foquito de 25w., o en la penumbra levemente iluminada por una vela confieso y grito a los cuatro vientos que ¡le tengo miedo a la oscuridad!

Me puede… (y no puedo evitarlo). Estar en un lugar oscuro me acelera las pulsaciones y me hace reaccionar de las más variadas y graciosas maneras. De hecho, el estar expuesta a la oscuridad por más de 10 segundos deja de ser miedo y se transforma en pánico. Mi cerebro, a esa altura sólo trabaja a nivel emocional. ¿Para qué usar la lógica de que el simple hecho de que el patio esté oscuro no es indicio suficiente para demostrar que allí, justito detrás de la higuera, haya un sujeto a punto de abalanzarse sobre mí y darme un martillazo por la cabeza para robarme las dos remeras y el par de medias de Goldy colgados en el tendal? No... es mucho más fácil andar gritando como loca por ahí, dando zancadas descontroladas y ofreciendo ridículo espectáculo. Lo sé. Lo mío es irracional, y no tengo intención de que sea de otra manera. Es decir: reconozco el problema, pero no creo que haya solución…

Anécdota:

Hace unas noches atrás, se largó una terrible tormenta y granizada. El viento del sur me hizo recordar que esa tarde había estado guardando unas cosas en el lavadero y la ventana (¡que da al sur!) había quedado abierta. Acto seguido, despierto a Goldy…

T: ¡Goldy, despertate!

G: …

T: ¡Goldy! ¡Goldy!

G: Bspsbsffff…. ya desconecté todo anoche.

T: No es eso. Quedó la ventana del lavadero abierta. ¡Se va a empapar todo!

G: Ahá…

T: ¡Tenés que ir a cerrarla! ¡Ahora!

G (dándose vuelta): Pero ni a palo*, Titi…

T: ¡Goldy!

G: Andá y cerrala vos…

T: ¡Goldy, por favor!

G: NO PODES tenerle miedo a la oscuridad. ¡No podés!

T: Pero, Gol…

G: Zzzzzz…

Era ir o encontrarme un mar de agua en el lavadero al día siguiente. Tomé coraje de donde no tenía. Con lentitud caminé prendiendo cada una de las luces en el camino (6 en total), no porque hiciera falta… era mi manera de decirle a la oscuridad: ¡Acá voy y se te acaba todo! El ruido de la tormenta no ayudaba. Abrí la puerta del lavadero, cerré la ventana y en ese momento no pude más. Empecé a deshacer como loca todos los pasos andados. En lo que no habrán sido más de 5 segundos, volví a cerrar con llave el lavadero, fui apagando todas las luces, me zambullí en la cama y con el corazón latiendo a mil, me acurruqué al lado de Goldy (que dormía plácidamente).

De más está decir que cuando me levanté al día siguiente, le cuestioné su actitud de la noche (el tipo casi ni se acordaba lo que había ocurrido). “Hubo dos cosas que me molestaron”, comencé. “La primera es que no te hayas levantado, pero te la perdono. Ahora, eso de decirme que no puedo tener miedo… eso si que no, eh…”

Eso fue todo mi argumento. En estas cuestiones, con Goldy no puedo hacer nada; el tipo no le tiene miedo a nada (ni siquiera a una yarará ñata que lo mira a los ojos mientras le clava uno de sus colmillos – aunque eso no sé si catalogarlo de valentía o negligencia…).

Me fui por las ramas. Pero bueno, el hecho de ser extensa o pesada no es algo que particularmente me asuste demasiado…

Saludos a todos.

Titi.

*no estoy muy segura que esa haya sido la palabra usada…

5 comentarios:

  1. Mati y Meli deben flipar contigo cuando les cuentes historias para dormir...eres GRANDE Titi...un abrazo

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  2. ¿Maite? ¿Sos vos, no? Supongo...
    E imagino que "flipar" es algo bueno... jajjajajaja.
    Besos, y como siempre, gracias x pasar.
    (ah, y si no sos Maite, perdón).

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  3. Flipar segun el diccionario de la RAE (mi fiel aliado en las dudas) dice que es AGRADAR O GUSTAR MUCHO. Hay otras acepciones pero no tienen nada que ver con lo que quiso expresar Maite. Un besote grande!!!
    La mami.

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  4. i'll go with a funny comment: wikipedia says you can try pschycotherapy to treat your fear.
    lol
    it won't work, i know...
    but the lights on is a good technique. Or you can get a flashlight next to you, or sleep with a knife under your bed (like i do). LOL :)
    (as if you could kill darkness with the knife, you know?)

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  5. Gracias, má x el dato.
    Noe, agradezco el consejo. Eso del cuchillo me empieza a emocionar... jau, jua, jua!
    Besos!

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