jueves, 25 de febrero de 2010

Una guerra perdida.

Si querés estar en forma, hacés ejercicio.

Si querés hablar otro idioma, te registrás en Livemocha.
Si querés aprender a manejar, le robás el auto a tu viejo vas a una academia de manejo (¿?)

Hay muchas cosas que con fuerza de voluntad, esfuerzo o fianza práctica, salen.

Hay otras que no. Una de ellas es la ley de la genética.

No importa si tenés una voluntad de hierro, si le ponés mucha garra o tenés una cuenta bancaria abultada mucho tiempo para la prueba y el error. La guerra contra los genes es una guerra perdida. Punto.

Y yo recién ahora me estoy dando cuenta. Todos estos años pensando que era posible; que con un poquito más de ganas iba a recordar los nombres de todos mis alumnos -- por lo menos al final del primer mes -- que me iba a salir el apellido de mis vecinos sin titubear o que a mi hermano le iba a embocar con “Momo” en el primer intento sin pasar por el bochorno de decirle: “Che, Goldy, Mati, eh… Momo…”.

Podría haber heredado la combinación genética de mi mamá, esa que hace que se acuerde de los nombres de todos sus conocidos desde que fue al jardín de infantes hasta ahora, las fechas de cumples de todos, sus patentes de autos y sus números de teléfono (no… de los celus no. Pero de los fijos, toditos), por mencionar algunos… (Ahora que lo pienso, podría ser una muy buena agente encubierta...).

Pero heredé la de mi viejo, que no se acuerda el día de su aniversario (y sí, lo cuento porque es de público conocimiento ya), duda si mi cumple cae un 26 o un 27, y tal vez ni se acuerde lo que comió el día anterior.*

Así que, señoras y señores, como bien dice uno de mis refranes favoritos: “No le pidan peras al olmo”. Déjenme vivir en mi triste condición de desmemoriada crónica. Todavía no es algo que me afecte demasiado… y creo que cuando lo haga, estaré senil y chocheando, por lo tanto, lo olvidaré…

* Y para no dejarlo mal parado, para algunas cosas mi viejo tiene una memoria increíble. El tipo es un claro ejemplo de lo que es la "memoria selectiva"... ¡Ja!

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