lunes, 4 de agosto de 2014

Esta noche duermo sola... ;)

Llego de trabajar. Goldy está MUY MAL: vuela de fiebre, tirita de frío e intenta balbucear palabras, entre las cuales, y con dificultad, logro entender: "tra... tra... traé un ballllll.... un baldeee". Ya se imaginarán para qué fin...

Mati y Meli miran la escena asustados. Supongo que no imaginan que su papá - fuerte, e hi-perrr-qui-néee-ti-co como pocos - es tan propenso a enfermarse como cualquier otra persona. Así, Meli se va a llorar a su pieza. Mati me mira serio a los ojos y me dice: "Má, espero que no te quedes viuda.".

Las reacciones de los gordos me produjeron dos cosas:

1. Recordé haber sentido algo parecido cuando en unas vacaciones en Concordia mi papá tuvo cálculos renales. Creo que en ese entonces yo tendría más o menos la misma edad que Mati ahora. Dicen los médicos que ese dolor es tan intenso que se compara al producido por las contracciones que tiene una mujer a  punto de parir  Fue la única vez que vi a mi papá llorar. Mamá me contó cuanto quiso él esconder su dolor por nosotros, para que no nos impresionásemos. En mi mente de niña, los papás no lloraban, no sufrían y eran fuertes como un roble.  Algo así les debe haber pasado a mis hijos hoy, pobres.

2. Me emocioné con ellos y de la forma en que expresan su amor. Meli, entre lágrimas me decía. "Me pone triste que papá esté así. También me da pena. Vos no llorás porque sos grande, pero yo lloro porque estoy muy triste." Unos abrazos, una oración y la seguridad de que Goldy estaría bien pronto secaron su carita y se pudo dormir tranquila. Después vino una charlita con Mati. Lo que dijo reflejaba una preocupación profunda. También le conté que "lo de papá es una gripe muy fuerte, como la que tuviste vos hace un mes" y que "pronto va a estar mejor". Al igual que su hermana, la tranquilidad que acompaña el entender algo hizo que me regalara su sonrisa, esa que de bombón que es nomás, me derrite.

Y ahora en casa todos duermen: los chicos, plácidamente; Goldy, sin fiebre y atravesado de punta a punta en nuestra cama. Yo me veo durmiendo en el colchón de las visitas, tirada en el pasillo para escuchar si el flaco necesita algo durante la noche. Linda noche la que me espera... :)




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