jueves, 4 de septiembre de 2014

¡El trabajo es salud! Com-pro-ba-do.

Son muchos y variados los beneficios que resultan de darles a los chicos ciertas responsabilidades en las tareas del hogar. Algunos opinarán lo contrario: que los supuestos beneficios son, simplemente, patrañas inventadas por las madres para tener más tiempo libre.  Y sí, tal vez un poco de verdad en eso haya. Si le pedimos a alguno de nuestros hijos que aspire las piezas y a otro que quite el polvo de los muebles o levante la mesa, lograremos tener de 15 a 20 minutos libres por día… ¡para darle una repasada al baño o salir a tender la ropa! Sea cual fuere el caso, está comprobado que son los niños los mayores beneficiarios.

Ciertos estudios* aseguran que cuando a un niño se le confía la responsabilidad de realizar algunos trabajos en su hogar, adaptados a su edad y habilidades, éstos contribuyen a que el pequeño tenga una mayor autoestima, desarrolle el sentido de la cooperación y la empatía, valore el trabajo (el propio y el ajeno), y se sienta más independiente.

Por otro lado, un importantísimo estudio de campo (¡realizado en mi casa!) no solamente corroboró varios de los factores mencionados anteriormente, sino que además dio lugar al descubrimiento de otros tres de igual o mayor relevancia. La realización de tareas domésticas 1) mejora notablemente la capacidad y velocidad del cerebro para recuperar información de la memoria de mediano y largo plazo; 2) soluciona problemas de estreñimiento; y 3) logra curas milagrosas de dolencias varias. Ejemplifico:

1). Mejora notable de la memoria.
Madre: Hija, por favor, levantá la mesa.
Hija: ¡Uy! ¡Me a-ca-bo de acordar que la seño dijo que tenemos que practicar lectura en voz alta. Tengo pruebita en dos semanas. Mejor voy ahora.

2). Solución para el estreñimiento.
Madre: Hijo, por favor, repasá los muebles de mi pieza.
Hijo: ¡Ay! ¡Tengo que ir al baño ur-gen-te!

3). Curas milagrosas.
Madre: Hija, por favor, aspirá la alfombra.
Hija: Uh… es que tengo un dolor de pierna… me va a hacer mal estar mucho tiempo parada.
Madre: Uh… sí… la verdad que sí. Y para cuidarte, creo que no deberías ir a entrenar patín hoy.
Hija: Eh… a ver… déjame probar… ¡Qué bueno, ahora ya se me fue el dolor!

Por todo lo expuesto hasta aquí, la importancia y buena influencia que tiene el trabajo hogareño en los más chicos es más que evidente. “El trabajo es salud”, reza el dicho popular. Nunca mejor aplicado.



* que no pienso citar. Leí algunos libros y artículos, pero ni cerca estoy de buscar la bibliografía. No insistan. Esto es un intento de blog que comenta sobre hechos cotidianos con un tinte de humor. Hasta ahí llega mi esfuerzo.

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