jueves, 11 de septiembre de 2008

En el día del maestro...

... no podría faltar un recordatorio al gran maestro argentino: D.F. Sarmiento.

El incluir esta foto me hizo recordar a las carátulas que teníamos que hacer en nuestros cuadernos de la primaria en cada fecha importante. Básicamente, esto se resumía en alguna figurita alusiva sacada del Billiken o un dibujito del Simulcop.

Pero mediante esta entrada quisiera homenajear a todos aquellos maestros y también profesores que me acompañaron a lo largo de mi vida de estudiante.

Tuve toda clase de docentes: buenos, excelentes, y también de los otros. De los buenos aprendí historia, matemática, geografía, etc. De los que considero excelentes aprendí más que contenido; aprendí cosas de la vida – muchas veces por su mismo ejemplo. Y de “los otros” he aprendido todo aquello que no se debe hacer en un aula – y por lo tanto de mucho valor para mi carrera docente.

De todos modos hoy quisiera mencionar a tres de ellos en particular. Son ellos quienes evocan mis más gratos recuerdos de mi paso por las aulas, y casualmente cubren las tres etapas de estudio: primaria, secundaria y universidad.

- Yeye: mi primera maestra (no fui al jardín). Con un amor y paciencia increíbles logró en dos días que una nena de 6 años que no paraba de llorar extrañando su casa y a su mamá se adaptara de mil maravillas a la vida escolar. Recuerdo su trato dulce para con todos. Sus modales y su forma de hablar nos hacía sentir cómodos, queridos… igual que en casa. (No se dan una idea lo que la extrañamos cuando pasamos a 3°…)

- Mirta Hansen: la “teacher”. Además de ser una profesora muy piola (y exigente a la vez), realmente sabía lo que hacía. No sólo sabía inglés, sino que SABÍA ENSEÑARLO (y eso, les puedo asegurar, no viene junto en el paquete…). Baste con decirles que fue ella quien de una vez y por todas, logró que entendiéramos COMO usar los tiempos verbales… Con ella, inglés dejó de ser una de las materias tediosas. Y cuánto habrá sido así que cuando finalmente me decidí a estudiar inglés fue porque “quería hacer lo que hacía ella”.

- Shawna Vhymeister: la tuve como profesora en varias materias al final de mi carrera. No podría describir todo lo que he aprendido de ella. Su dedicación y preocupación por sus alumnos iba muuuucho más allá del aula. Siempre se aseguraba de que cada uno hiciera lo que se esperaba de él/ella y si podía, pedía un poco más. Nos enseñó el valor del pensamiento crítico y se aseguró de que no lo entendiéramos como un concepto abstracto, que “sonaba bien, actual”, sino que lo viviéramos como parte de nuestro estudio. Fue ella quien me hizo disfrutar de la escritura. Muchas de las cosas que hacía en sus clases, son las que hoy veo reflejadas en las mías. Además, siempre abrió las puertas de su casa para nosotros, y siempre que podía encontraba alguna “excusa” para festejar y armar alguna fiesta. Con mucho cariño recuerdo los días de acción de gracias reunidos en su casa. En fin, es mucho…

No quisiera sonar desagradecida por todas aquellas personas que no mencioné específicamente. Son muchos los docentes que tuve y la lista sería interminable. Paradójicamente recuerdo con más cariño a los profes más exigentes que a aquellos que nos dejaban hacer lo que queríamos. Pero así y todo, en este día va un GRACIAS muy sincero a cada uno por todo lo que hicieron.

Y antes de terminar no puedo dejar de mencionar a Gladys y Raúl (mis suegros), docentes de alma que han dedicado su vida a la educación.





MUY FELIZ DIA PARA TODOS.

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