martes, 14 de abril de 2009

Paseo el sábado a la tarde.

El sábado, luego de una siesta interesante, Goldy sugirió ir de caminata hacia uno de los puentes de tren cercanos. Luego de levantarnos, cargar la mochila con mucha agua fresca y bañarnos en repelente, partimos hacia nuestro destino. Un poco antes de llegar al lugar, uno debe atravesar un cañaveral que, si no fuera por los que hacen "mountain bike", ya habría tapado completamente las vías. Como verán en las fotos, es una escena muy pintoresca.
Cuando Mati supo a dónde nos dirigíamos se emocionó pensando en visitar un "bridge" como el de Dora (la exploradora...).
Cuando llegamos allí, no me pregunten por qué, ¡no lo pude cruzar! Me dio "miedito", y eso que ahora han clavado unas chapas para pasar con las bicis -- no hay riesgo de irse para abajo.
Antes, pasaba sin problema con mi bici al hombro, y del puente doble me tiraba a hacer péndulo y ahora no pude ni hacer unos pasito (supongo que es el viejazo, ¿no?).
Pero bueno, Mati estaba súper emocionado y Meli no se quedaba atrás.
Lo pasamos lindo, pero volvimos medio cansados (en realidad YO volví cansada, y no MEDIO, sino COMPLETAMENTE). La cuestión es que, si bien el recorrido fue corto, hacerlo a la velocidad del más lento (Meli, por supueeeesto...) fue más que agotador.
A continuación, el testimonio gráfico:

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