El fútbol: pasión de multitudes. Ese será el tema de mi entrada de hoy. Sé que ya se estarán preguntando: “¿Qué hace ésta hablando de fútbol si no tiene ni idea?” o “¿Qué sabe lo que es la pasión futbolera?” Entiendo su preocupación, ya que me reconozco como una total iletrada en el tema. Para mí, el fútbol son 22 tipos con muy buen estado físico (y con muy buen físico, jejejeje) que corren como locos tras una pelota durante 90 minutos para tratar de embocarla en el arco contrario. Se imaginan que si ahí termina todo mi conocimiento, no queda mucho lugar para la pasión.
Para que se den una idea de cuánto significa el fútbol para mí basta confesar que no siempre fui de Boca. Varias veces fui de River. Todo dependía de mi ánimo, la gente con la que estaba, y en algún momento, de la moda (el rojo era de lo más “in”, así que yo era una “fiel gallina”). Es que en suelo argentino, cuando te preguntan: “¿De qué cuadro sos?” es mucho más fácil decir: “De Boca” que andar explicando lo inexplicable de ser el bicho raro a quién no le gusta el fútbol.
De todos modos, hace 13 años que me he “mantenido fiel” a un solo club: Boca. Me acuerdo bien la fecha porque fue cuando empecé a salir con Goldy. Nadie me lo había dicho, pero cuando entrás en la vida de un bostero de alma, indefectiblemente tenés que entrar también al club de sus amores – por las buenas (que sería algo así como “descubir la magia del fútbol”, según Goldy) o por las malas – cuando no te queda otra que sentarte a ver los partidos con tu media naranja, o chuparte una naranja sola en un sábado por la noche…) De cualquier manera, me convertí en una “xeneize”, parte de “la mitad más uno”.
Con la selección Argentina, no hay mucha diferencia (aunque me de vergüenza decirlo). Soy fan en los mundiales – eliminatioras incluídas, eh… -- pero no me pidan nada para la Copa América o los amistosos o esa copa que se juega en Japón.
Goldy siempre me lo dijo: “Vos no sentís la magia y la pasión del fútbol, así que nunca lo vas a entender.” Estoy de acuerdo. Pero… ¿será que ellos siempre lo entienden?. Así fue como me di cuenta de esto. Ayer por la tarde estaba Goldy con su papá mirando el partido de Brasil. Comentaban cada jugada y asentían con lo que el relator (¿o comentador…?) decía. En un momento el relator dice: “Este partido se desnaturalizó a los 10 minutos.” ¡¡¡Y padre e hijo asintieron!!! “¿Qué?”, pensé. “¿Qué tiene que ocurrir para que un partido se desnaturalice??” La única palabra que siempre asocié con desnaturalizado es “madre” (“que madre desnaturalizada”, por ejemplo), así que les pregunté a ambos qué significaba lo que acababa de escuchar. Luego de varios minutos en silencio esperando una respuesta – se pasaron 2 veces el mate en el itnerín – supuse que no iban a responder. No porque no me hubiesen escuchado, sino simplemente porque ellos TAMPOCO ENTENDIAN…
Mucho de esta pasión creo que es una cuestión de camaradería. Sí, de camaradería y compañerismo. Como el mate. Sí, como el mate: charla de por medio con amigos o familia. Si uno presta atención, los argentinos nunca son meros espectadores de un partido sino que todos son comentadores, relatores y hasta técnicos que, no solo disfrutan el comentar, sino el recibir el “feedback” de los que están alrededor. Basta que uno diga algo para que el resto haga su comentario. También podemos escuchar los gritos eufóricos por un gol, el chillido ahogado de uno que no fue, y hasta la mención de toooooda la familia de un árbitro que cobró un penal inexistente.
El partido de Argentina – Perú reunió en casa a Goldy con varios de sus colegas. En esta ocasión, con asado de por medio (otra costumbre argentina). Paso a resumir y citar algunos de los comentarios más graciosos de la velada.
- Messi es más peligroso por izquierda que por derecha.
- (Todos a una voz): Siiiiiiiiii.
- Y Mascherano es más peligroso en el banco de suplentes.
- (Todos a una voz; risas): Siiiiiiii.
- Muchos goles en esta Copa América, eh…
- ¡Claro! Muchas goleadas…
- El partido con Méjico sí que va a estar difícil.
- Más vale. Todos los últimos partidos fueron ganados por goleadas…
- Che, tienen que poner a Aimar.
- Más vale, tiene que entrar.
- Viste, ahí lo pusieron.
- (Todos a una voz): Y sí, era lo que se tenía que hacer.
Así se fue dando todo el partido. Luego del tercer gol, ya estaban re-cebados y pedían el cuarto. Cuando llegó pedían el quinto. Al final del partido, el comentario final fue: “Tranquilamente, podríamos – noten la primera persona – haber hecho uno más…”
lunes, 9 de julio de 2007
viernes, 6 de julio de 2007
Una visita desde lejos.


Para los que no los conocen, les cuento que ambos trabajaron por unos cuantos años aquí en la UAP. A Shawna la conocí siendo mi profe (la mejor que he tenido) y luego compartiendo momentos como "colega". Durante el tiempo que estuvo aquí estuvo a cargo de la dirección del traductorado y el profesorado de inglés. Rony, por su parte estuvo a cargo de la dirección de las carreras de "Sistemas".
Nos alegramos mucho de poder estar con ellos estos días. Lo que espero es que no pasen otros cuatro años antes de que nos volvamos a ver...
Esto es todo por hoy. Buen finde a todos.
Titi.
lunes, 2 de julio de 2007
¡Bienvenido Matteo Nicolás!
Ayer a las 8:30am nació Matteo, el segundo hijo de Laura Oros y Marcelo Sapia. Nació por cesárea y está súper bien. El gordito es una belleza, y para los que no estén por acá y no puedan venir a conocerlo, imagínense a una Laura de 3kgs y listo!!!
Desde acá, muchas felicidades a los papás y a su hermanito Lucca. ¡Los queremos mucho!
Desde acá, muchas felicidades a los papás y a su hermanito Lucca. ¡Los queremos mucho!
sábado, 30 de junio de 2007
Infoclima en casa.
Días negros si los hay… Hemos tenido un fin de semana bastante difícil con Mati. Desde el viernes que viene muuuuy “mal arreado”. No hay NADA que le venga bien: tiene hambre pero no quiere comer; quiere estar acompañado pero te patea cuando te acercás; quiere jugar pero revolea los juguetes por el aire. En mi opinión, es la forma de mostrar sus celos por su hermana. Cuando la gorda nació y llegó a casa, Mati se portó muy mal los primeros días. A veces, queríamos “agarrarlo del cuello” para ver si reaccionaba…!!! Pero los días pasaron y todo volvió a la normalidad. ¿Normalidad, dije? Bueno… no encontré una palabra mejor. Me pregunto si alguna vez volveremos a tener días “normales”. Je, je, je…
Cuando ya había cantado victoria, y alardeaba que el gordo ya había asumido la llegada de su hermana, todo el ciclo comenzó otra vez, solo que peor. Antes de continuar debo aclarar que Mati adora a su hermana: le vive dando besos, la quiere hacer upa, la acaricia todo el tiempo en la cabeza (y de paso intenta a toda costa sacarle el granito de la frente…), le da el chupete cuando llora y le “canta” para calmarla, etc. De hecho, está bastante obsesionado con ella.
Así y todo, con Goldy sabemos como va a pintar el día viendo levantarse a Matías. Para hacerlo más claro, y en beneficio de aquellos sin hijos o con hijos grandes, que ya pasaron por eso y olvidaron estas “penurias”, permítanme una comparación con el clima, tema que todos conocen.
Si tenemos suerte y el día amanece soleado, puede que lleguemos bien a la noche, aunque eso no quita que se nuble un poco luego de la siesta.
Cuando el día amanece con nubarrones del sur, podemos predecir que vendrán chaparrones aislados y/o REPENTINOS!! Por lo tanto… hay que estar preparado…
Ahora sí, cuando ya nos levantamos con el cielo cargado, sabemos que tendremos un DIA NEGRO!!! Es muy posible que llueva, TRUENE, CAIGAN RELAMPAGOS Y PIEDRA durante todo el día. Esas tormentas no la limpian ni los vientos más fuertes.
Se que hay que tener paciencia, que todo pasa, y que esto no es más que una etapa, pero les puedo asegurar que a veces no sabemos que hacer. La situación nos sobrepasa. En algún punto, creo que hemos agotado todos los métodos – que han ido desde las charlas para “razonar” con el hasta un “te quedás en la pieza hasta que se te pase”, pasando por algún que otro chirlo (que pañal de por medio, no se qué tanto hace).
A manera de consejo para aquellos padres en situaciones similares que estén leyendo este blog, les dejo el que siempre me da mi mamá (y el más valioso): nunca dejes de orar. Y eso hace la diferencia. Eso no significa que no tendremos “días negros”, pero sí que a pesar de ellos Dios nos da la fuerza para seguir adelante y no “tirar la toalla” . Espero que les sirva. Que tengan una buena semana.
Cuando ya había cantado victoria, y alardeaba que el gordo ya había asumido la llegada de su hermana, todo el ciclo comenzó otra vez, solo que peor. Antes de continuar debo aclarar que Mati adora a su hermana: le vive dando besos, la quiere hacer upa, la acaricia todo el tiempo en la cabeza (y de paso intenta a toda costa sacarle el granito de la frente…), le da el chupete cuando llora y le “canta” para calmarla, etc. De hecho, está bastante obsesionado con ella.
Así y todo, con Goldy sabemos como va a pintar el día viendo levantarse a Matías. Para hacerlo más claro, y en beneficio de aquellos sin hijos o con hijos grandes, que ya pasaron por eso y olvidaron estas “penurias”, permítanme una comparación con el clima, tema que todos conocen.
Si tenemos suerte y el día amanece soleado, puede que lleguemos bien a la noche, aunque eso no quita que se nuble un poco luego de la siesta.
Cuando el día amanece con nubarrones del sur, podemos predecir que vendrán chaparrones aislados y/o REPENTINOS!! Por lo tanto… hay que estar preparado…
Ahora sí, cuando ya nos levantamos con el cielo cargado, sabemos que tendremos un DIA NEGRO!!! Es muy posible que llueva, TRUENE, CAIGAN RELAMPAGOS Y PIEDRA durante todo el día. Esas tormentas no la limpian ni los vientos más fuertes.
Se que hay que tener paciencia, que todo pasa, y que esto no es más que una etapa, pero les puedo asegurar que a veces no sabemos que hacer. La situación nos sobrepasa. En algún punto, creo que hemos agotado todos los métodos – que han ido desde las charlas para “razonar” con el hasta un “te quedás en la pieza hasta que se te pase”, pasando por algún que otro chirlo (que pañal de por medio, no se qué tanto hace).
A manera de consejo para aquellos padres en situaciones similares que estén leyendo este blog, les dejo el que siempre me da mi mamá (y el más valioso): nunca dejes de orar. Y eso hace la diferencia. Eso no significa que no tendremos “días negros”, pero sí que a pesar de ellos Dios nos da la fuerza para seguir adelante y no “tirar la toalla” . Espero que les sirva. Que tengan una buena semana.
domingo, 24 de junio de 2007
jueves, 21 de junio de 2007
Un día normal.
Hoy estrené la bici fija que compré. Fue interesante hacer algo más que estar echada en el sofá mientras miraba un poco de TV. Algunos datos: Recorrí 9km. Lo hice en 45min. (eso sí, lo hice en dos etapas, con la resistencia MINIMA de la bici y a una velocidad muy tranqui…) Me puse a pensar que tal estaba eso y esta es mi conclusión: si considero que por 8 meses fui a todos lados en auto, y que ahora que puedo caminar o hacer un poco de algo, no tengo tiempo y por lo tanto mi estado físico es NULO: está bien. Por otro lado, si recuerdo que hace unos años me subí a una bici y recorrí el “Circuito siete lagos” (desde San Martín de los Andes hasta Villa La Angostura) en cuatro días, veo que estoy hecha percha… Jejejejejeje. Me quedo con la primera, que me da más ánimo. Jejejejeje.
Por otro lado, voy a contarles un poco de Mati y Meli. El gordo hoy comenzó con un día “difícil”, pero al ir pasando el día se fue transformando en un tierno total. A la tarde, mientras esperábamos que llegara Goldy del laburo, trajimos al living todos sus ladrillos y sus autos, nos tiramos al piso y nos pusimos a jugar. A Meli la había puesto en su silla/bebesit, también en el piso. Lo pasamos muy bien. Además, les cuento que Mati está cada día más aparato. Se hace el “estrella” todo el tiempo, poniendo caras de sabelotodo ante cualquier circunstancia. Le encanta practicar sus gestos y “caras nuevas” frente al espejo. Si lo vieran, se lo comen.
Melisa, creciendo cada día. Cada vez está más atenta a todo lo que ocurre a su alrededor. Cuando nos ponemos a “charlar”, hace muchas muecas, sonrisas y muchos sonidos. Uno no se cansa de mirarla. Su día también fue bueno (sobre todo luego del efecto del supositorio que tuvimos que darle, ya que “no pasaba nada” desde el sábado a la mañana…). Desde hace unas semanas duerme toda la noche, y desde hace dos días le estamos enseñando a dormirse solita… Hasta ahora, un lujito: la dejamos en su cuna con sueño, pero despierta, y se duerme al ratito. Es cierto que hubo algunos lloritos, pero no duraron mucho. Con Mati no nos animamos a “enseñarle” de tan chiquito, pero luego nos dimos cuenta que haberlo hecho habría ahorrado muchos llantos histéricos y dolores de cabeza (Los llantos histéricos nuestros al no saber cómo hacerlo callar, y los dolores de cabeza de el por tanto llorar…).
Y bueno, así va terminando mi día. El de Goldy sigue, festejando con su “Boquita” del alma. Se vio todo el partido, y ahora está viendo los comentarios post-partido, la repetición de goles, el análisis de los expertos, los goles que “no fueron”... Digo yo, ¿ver el partido no es suficiente? Afuera se escuchan los bocinazos y los gritos de los hinchas que ya salieron a festejar en el frío. Que alegría es no tener esa loca pasión y estar disfrutando de mi cama calentita. Hasta mañana.
Por otro lado, voy a contarles un poco de Mati y Meli. El gordo hoy comenzó con un día “difícil”, pero al ir pasando el día se fue transformando en un tierno total. A la tarde, mientras esperábamos que llegara Goldy del laburo, trajimos al living todos sus ladrillos y sus autos, nos tiramos al piso y nos pusimos a jugar. A Meli la había puesto en su silla/bebesit, también en el piso. Lo pasamos muy bien. Además, les cuento que Mati está cada día más aparato. Se hace el “estrella” todo el tiempo, poniendo caras de sabelotodo ante cualquier circunstancia. Le encanta practicar sus gestos y “caras nuevas” frente al espejo. Si lo vieran, se lo comen.
Melisa, creciendo cada día. Cada vez está más atenta a todo lo que ocurre a su alrededor. Cuando nos ponemos a “charlar”, hace muchas muecas, sonrisas y muchos sonidos. Uno no se cansa de mirarla. Su día también fue bueno (sobre todo luego del efecto del supositorio que tuvimos que darle, ya que “no pasaba nada” desde el sábado a la mañana…). Desde hace unas semanas duerme toda la noche, y desde hace dos días le estamos enseñando a dormirse solita… Hasta ahora, un lujito: la dejamos en su cuna con sueño, pero despierta, y se duerme al ratito. Es cierto que hubo algunos lloritos, pero no duraron mucho. Con Mati no nos animamos a “enseñarle” de tan chiquito, pero luego nos dimos cuenta que haberlo hecho habría ahorrado muchos llantos histéricos y dolores de cabeza (Los llantos histéricos nuestros al no saber cómo hacerlo callar, y los dolores de cabeza de el por tanto llorar…).
Y bueno, así va terminando mi día. El de Goldy sigue, festejando con su “Boquita” del alma. Se vio todo el partido, y ahora está viendo los comentarios post-partido, la repetición de goles, el análisis de los expertos, los goles que “no fueron”... Digo yo, ¿ver el partido no es suficiente? Afuera se escuchan los bocinazos y los gritos de los hinchas que ya salieron a festejar en el frío. Que alegría es no tener esa loca pasión y estar disfrutando de mi cama calentita. Hasta mañana.
miércoles, 20 de junio de 2007
Llamado a la solidaridad.*
Hoy recibí un forward que me envió mi santa madre. No recibo este tipo de mails de ella. Tal vez porque sabe que no soy muy santa de su devoción, pero también tal vez porque es consciente de que en general, dichos mensajes son pura porquería que carecen de veracidad y que desparraman direcciones de correo de medio planeta en cuestión de segundos. El tema es que uno se siente compelido a reenviarlos a toda su lista de contactos. De lo contrario, creemos que nos pueden llegar a catalogar de “insensibles” (¿Cómo no contarle a las personas que aprecio que el VIAGRA ES CANCERIGENO???) o tememos que “cosas terribles” nos pueden pasar (Antes, la mala suerte la traía el romper un espejo; hoy, la mala suerte la trae romper una cadena de mensajes!!!).
Cuando mi consciente madre me ha mandado mensajes de este estilo, su contenido gira en torno a temas “trascendentales” como la salud o la enfermedad, la riqueza o la pobreza, y cuestiones de similar calaña. Además, tiene el cuidado de borrar todas las dires pegadas en el cuerpo del mensaje. Hace unas semanas, me envió uno que hablaba sobre la importancia de tener bien registrados en nuestros celulares con las siglas ICE a las personas que son nuestros contactos en caso de emergencia. Este pedido lo había hecho el SAME en Buenos Aires. No me tomé el tiempo de verificar este dato, ya que igual lo creí interesante. Al rato, mi celu ya contaba con ICE1, ICE2, y por si fuera poco, ICE3. Si algo me pasara, y nadie me extrañara, ¿qué mejor que alguien para que se los recordara? Pero bueno, volviendo al tema: fiel a mis principios, no reenvié el mensaje.
Hoy me mandó otro. Seguro ustedes lo habrán recibido. Su título: “Ojo con la leche”. Hablaba sobre la pasteurización, y la repasteurización, y la repasteurización de las leches en caja y el cuidado que hay que tener con esto. El mensaje explicaba como darse cuenta de esto. Lo peor de todo es que mi curiosidad no quedó tranquila por mucho y en menos de lo que se ordeña a una vaca, estaba yo hurgando en mi heladera, verificando si los famosos numeritos en la parte inferior de la caja realmente aparecían. Pues, sí. Allí estaban. No muy convencida todavía, decidí hurgar en otro lado: internet. Aquí la cosa se complicó ya que las opiniones eran encontradas. Había varias “verdades” para estos numeritos de las cajas. El tema quedó ahí, y otra vez, fiel a mis principios, no reenvié el mensaje.
Y bueno, uno no va a estar chequeando la fuente y veracidad de cada información que recibe. Además, no podemos negar que nos divertimos leyéndola – luego de leer todita la lista de direcciones para ver si encontramos la de alguien famoso, o algún conocido al que le pedimos el rastro.
*Todos los derechos reservados. Queda prohibida su copia y pegado, total o parcial, para su reenvío por correo electrónico sin expresa autorización de la autora.
(Sí aún así, usted insiste en hacerlo, por lo menos, tenga la delicadeza de reenviarlo a sus contactos bajo la categoría CCO…)
Cuando mi consciente madre me ha mandado mensajes de este estilo, su contenido gira en torno a temas “trascendentales” como la salud o la enfermedad, la riqueza o la pobreza, y cuestiones de similar calaña. Además, tiene el cuidado de borrar todas las dires pegadas en el cuerpo del mensaje. Hace unas semanas, me envió uno que hablaba sobre la importancia de tener bien registrados en nuestros celulares con las siglas ICE a las personas que son nuestros contactos en caso de emergencia. Este pedido lo había hecho el SAME en Buenos Aires. No me tomé el tiempo de verificar este dato, ya que igual lo creí interesante. Al rato, mi celu ya contaba con ICE1, ICE2, y por si fuera poco, ICE3. Si algo me pasara, y nadie me extrañara, ¿qué mejor que alguien para que se los recordara? Pero bueno, volviendo al tema: fiel a mis principios, no reenvié el mensaje.
Hoy me mandó otro. Seguro ustedes lo habrán recibido. Su título: “Ojo con la leche”. Hablaba sobre la pasteurización, y la repasteurización, y la repasteurización de las leches en caja y el cuidado que hay que tener con esto. El mensaje explicaba como darse cuenta de esto. Lo peor de todo es que mi curiosidad no quedó tranquila por mucho y en menos de lo que se ordeña a una vaca, estaba yo hurgando en mi heladera, verificando si los famosos numeritos en la parte inferior de la caja realmente aparecían. Pues, sí. Allí estaban. No muy convencida todavía, decidí hurgar en otro lado: internet. Aquí la cosa se complicó ya que las opiniones eran encontradas. Había varias “verdades” para estos numeritos de las cajas. El tema quedó ahí, y otra vez, fiel a mis principios, no reenvié el mensaje.
Y bueno, uno no va a estar chequeando la fuente y veracidad de cada información que recibe. Además, no podemos negar que nos divertimos leyéndola – luego de leer todita la lista de direcciones para ver si encontramos la de alguien famoso, o algún conocido al que le pedimos el rastro.
*Todos los derechos reservados. Queda prohibida su copia y pegado, total o parcial, para su reenvío por correo electrónico sin expresa autorización de la autora.
(Sí aún así, usted insiste en hacerlo, por lo menos, tenga la delicadeza de reenviarlo a sus contactos bajo la categoría CCO…)
lunes, 18 de junio de 2007
domingo, 17 de junio de 2007
Estar o no estar...
El comercial de un conocido shampú afirma que el 89% de las madres con chicos se ha “dejado estar”. Siendo madre de un gordo de 2 años y una gorda de casi 3 meses, les puedo asegurar que ese no es mi caso. Yo no me he dejado estar. De hecho, “estoy”, y más a full que nunca. “Estoy”, en casa atendiendo a Goldy y a los chicos. “Estoy”, siempre pensando en la comida (aclaro: pensando en que hacer de comer. Ya la excusa de que vivo comiendo porque la gorda me “exprime” no me la cree nadie…). “Estoy”, tratando de tener la casa ordenada (en esto último, he fallado en varias oportunidades), etc. Si el día tuviera más horas, seguro que igual serían insuficientes. Así que en mi caso, si de “estar” se trata, aunque haya querido “dejar”, no he podido.
Es cierto que ahora los gordos me llevan mucho tiempo y he dejado de hacer muchas cosas para mí.* Algunos ejemplos: la última vez que me arreglé las uñas y me hice la “francesita” (esa que te tomas el tiempo para pintarte los bordes de blanco y bla, bla, bla…) fue antes que naciera la gorda. Ahora, con suerte, ahora me las limo. Limpieza de cutis en gabinete: la semana antes que naciera la gorda. Ahora, con suerte, una exfoliación cada tanto en casa. Lo peor: cuando voy manejando y el flequillo se va metiendo en mi ojo derecho y empiezo a ver peatones que se cruzan a cada rato, en un instinto casi suicida, frente al auto, la situación es demasiado crítica y requiere la visita ur-gen-te a la peluquería. La lista podría continuar, pero no creo que les interese demasiado.
Y bueno, hablando de “dejarse estar” o de “dejar de estar”, de “estar o no estar” y saber cual es la cuestión… déjenme contarles que si lo del párrafo anterior ya era triste, deberían verme este fin de semana. Desde el jueves que ando con una gripe bárbara y un poco de lo que parece ser gastroenteritis. Toqué fondo el viernes. Paso a hacerles un breve detalle de mi “look”. No incluyo foto, porque todavía me queda algo de dignidad…
El día entero me lo pasé en pijama, bata, pantuflas y MEDIAS ¾. Sí, medias ¾. A eso, agréguenle unas muy marcadas ojeras y una maraña amorfa sobre mi cabeza (ya que me di una ducha a la madrugada para bajar la fiebre y ni ahí tuve fuerza para siquiera desenredarme el pelo). ¿Se lo imaginan? Tristísimo.
Pero bueno, ya vendrán tiempos mejores. Lo único que espero es que no tarden mucho en venir.
*Esta reseña no debe interpretarse como queja alguna, ya que la razón por la que no tenga tiempo para cosas es la misma que me hace tan feliz todos los días, y sin la cual no podría estar: mis dos amorcitos, Mati y Meli.
Es cierto que ahora los gordos me llevan mucho tiempo y he dejado de hacer muchas cosas para mí.* Algunos ejemplos: la última vez que me arreglé las uñas y me hice la “francesita” (esa que te tomas el tiempo para pintarte los bordes de blanco y bla, bla, bla…) fue antes que naciera la gorda. Ahora, con suerte, ahora me las limo. Limpieza de cutis en gabinete: la semana antes que naciera la gorda. Ahora, con suerte, una exfoliación cada tanto en casa. Lo peor: cuando voy manejando y el flequillo se va metiendo en mi ojo derecho y empiezo a ver peatones que se cruzan a cada rato, en un instinto casi suicida, frente al auto, la situación es demasiado crítica y requiere la visita ur-gen-te a la peluquería. La lista podría continuar, pero no creo que les interese demasiado.
Y bueno, hablando de “dejarse estar” o de “dejar de estar”, de “estar o no estar” y saber cual es la cuestión… déjenme contarles que si lo del párrafo anterior ya era triste, deberían verme este fin de semana. Desde el jueves que ando con una gripe bárbara y un poco de lo que parece ser gastroenteritis. Toqué fondo el viernes. Paso a hacerles un breve detalle de mi “look”. No incluyo foto, porque todavía me queda algo de dignidad…
El día entero me lo pasé en pijama, bata, pantuflas y MEDIAS ¾. Sí, medias ¾. A eso, agréguenle unas muy marcadas ojeras y una maraña amorfa sobre mi cabeza (ya que me di una ducha a la madrugada para bajar la fiebre y ni ahí tuve fuerza para siquiera desenredarme el pelo). ¿Se lo imaginan? Tristísimo.
Pero bueno, ya vendrán tiempos mejores. Lo único que espero es que no tarden mucho en venir.
*Esta reseña no debe interpretarse como queja alguna, ya que la razón por la que no tenga tiempo para cosas es la misma que me hace tan feliz todos los días, y sin la cual no podría estar: mis dos amorcitos, Mati y Meli.
viernes, 8 de junio de 2007
El té de las 5.
El jueves nos juntamos con tíos, abuelos y bisabuela para pasar un rato juntos antes que nos volvamos para la Villa. Nos juntamos a las 5:00pm y todos tomaron té. La "bisa" Lía, chocha. Acá les pongo unas fotos para que vean a los que estuvieron.
(Un saludo especial para vos, tía, que siempre nos haces las visitas virtuales. Besos!!!)
lunes, 4 de junio de 2007
Comentarios para todos.
Esta entrada es sólo para comentarles que he abierto los comentarios para todos. Sé que algunos de ustedes querían dejar algún mensajito pero como no estaban registrados, no podían.
Bueno, ahora sí podrán hacerlo. Espero sus saluditos.
Besos.
Titi
Bueno, ahora sí podrán hacerlo. Espero sus saluditos.
Besos.
Titi
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