miércoles, 5 de marzo de 2008

¿Fana, yo? NOOOOOO!!!!!

La mayoría de la gente que ha leído una un libro con una segunda o tercera parte afirma que “las segundas partes nunca son mejores que la primeras”. Es cierto. Y cuando de series de TV se trata, no podría estar más de acuerdo.

En otra escala, esto se podría aplicar a las telenovelas (rubro que directamente aborrezco): en el primer capítulo vemos al apuesto galán y a la pobre señorita; nos enternecemos, aprendemos de sus vidas, de alguna manera nos identificamos con ellos y queremos saber más. El segundo capítulo todavía se banca: nos enteramos que él es asquerosamente rico y ella crecida en el campo, abandonada por la madre y explotada por su padre y madrastra que la mandan a trabajar como mucama y… obviamente, cae en la casa del galán (o en su defecto, en la casa de su novia, que en general es muy bonita, pero snob y terriblemente imbancable) . En el cap. 3 aparecen los despelotes. Del 4 al 799 va entre cuernos, lágrimas, más cuernos, pruebas de ADN que demuestran que el padre no era el padre, sino el bisabuelo, etc, etc, etc. Pero por supuesto, el capítulo 800 nos muestra a la ex- desdichada joven tapada en joyas (que le regaló el asquerosamente rico galán para tapar la culpa de los cuernos y ganársela otra vez), yendo al altar en un Dolce&Gabbana blanco purísimo. Y sí… así funciona. Te enganchan y no te largan hasta el final.

Pero como bien dije, no soy asidua espectadora de telenovelas (de hecho, miro muy poca tele) así que les voy a contar un poco de mis experiencias con algunas de las series que miro/he mirado.

LOST: Si de series que van de mal en peor se trata, esta se lleva el premio. La primera temporada fue absolutamente genial, y generalmente yo no podía mirar un solo episodio por vez. Ahora, ya en la cuarta temporada, no solamente no se ha resuelto NI UN ENIGMA de todas las temporadas anteriores, sino que además APARECEN NUEVOS!!!! Se ve que al regordete escritor/actor ya se le están yendo las ideas. Si están por arrancar a ver algo, ésta no es una que recomiendo. Y si alguien sabe qué demonios es la nube negra que deambula por la isla, por favor me dice, ¿eh?

PRISON BREAK: A pesar de que sigue siendo una serie buena, la emoción de la primera temporada no es la misma. Igual las veo todas y espero con ansias el estreno de cada capítulo. Se recomienda.

24: Ya un clásico. Fue una de las primeras series que empecé a ver (sin contar Friends, clásico de clásicos) y la única que seguí por tele. Cuando estaba haciendo el reposo absoluto por el embarazo de Mati, FOX anunció el lanzamiento de la 2º temporada. Y supieron como enganchar al público nuevo, ese que no había visto a Jack Bauer intentando asesinar al presidente Palmer: “Maratón 24” (24 horas seguidas, mostrando los 24 episodios de la temporada 1). No les voy a decir que me re-enganché y que pasé casi todo un día mirando TV, porque no es mi idea establecer ningún récord. Además, suena menos vicioso decir que arranqué a ver la 2º temp. conociendo la mayoría de la trama anterior… Y bueno, ahora espero el estreno de la última temporada para ver que será lo que aleje a Jack del precipicio al que mira con ganas de tirarse. ¡Pobrecito, está taaaaan deprimido…!

Ahora sí, hay una serie que rompió todos los esquemas: cada temporada es mejor que la anterior. Estoy hablando de HOUSE!!! Estoy viendo la 4ª (última). Totalmente renovada -- aunque mantiene la mayoría de los personajes anteriores. Sigue siendo mi favorita. 100% recomendable.

Esto es todo por hoy. Disfruten el post porque estoy llegando a mis últimos días de vacaciones y por lo tanto se me está acabando el tiempo libre. Además, me propuse terminar de ver los episodios que me quedan de House antes del inicio de clases, porque sino me voy a retrasar… con las planificaciones, claro…


Ah: me olvidaba! Si quieren una buena serie para reírse un rato sin necesidad de mirar cada episodio: “The Office”.

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