jueves, 9 de octubre de 2008

Bloggers vs. floggers

El fenómeno de los blogs y de los flogs (o fotologs) viene creciendo a un ritmo más que acelerado. Si bien es cierto que los blogs tienen algo más de historia, ambos consiguen miles de nuevos adeptos cada día. Muchos creen (tal vez por lo ¿similar? de los términos) que son la misma cosa. Error.
Suelo leer varios blogs de forma regular, pero también he visto algún que otro fotolog. He aquí las diferencias que he encontrado:
1. La edad de la gente que escribe en un blog es muy amplia. Arranca, generalmente con jóvenes adultos y termina con adultos mayores como Olive Riley, considerada la “bloguera” más anciana del mundo (falleció el julio pasado, con 108 años y un blog actualizado casi todos los días). En el caso del fotolog: básicamente adolescentes.
2. El formato. Un blog permite incluir de todo tipo de información (fotos, videos, vínculos, presentaciones, gadgets, etc., etc.). Un fotolog deja subir una foto por día más un comentario de la misma.
3. El contenido. ¡Uyyyy! Los blogs tienen contenidos de los más variados. En el blog correcto, siempre hay algo bueno para leer. El flog se limita básicamente a las expresiones efusivas del sentimiento adolescente (amor-odio) y todo gira alrededor de la vida del flogger que lo escribe. Generalmente, las entradas se limitan a tres o cuatro líneas (tampoco pidamos milagros…).
4. La ortografía y estilo. No digo que todos los que escriban en un blog escriben como se debe, pero la mayoría es consciente de la importancia del buen uso de la lengua (aunque puteen a alguien, tratan de hacerlo con estilo… jua, jua, jua). Por otro lado, el flogger nunca escuchó hablar de un acento ni tampoco conoce un sinónimo para “amar”.
5. Comentarios vs libro de visitas. Esto es una cuestión de terminología, más que otra cosa. Ambos tienen la misma función: que los visitantes dejan sus mensajes y tanto bloggers como floggers ansían tener muchos comentarios (o firmas) ya que eso es lo que indica el éxito de sus páginas.
Algunos ejemplos de lo mencionado antes:
Un flogger diría: “Efeame, PLIIIISSSSSS!” Un blogger diría: “Vinculame a tu blog”.
Un flogger diría: “Gordis, T AMO! Caro y Vicky, las A-MO. Mi tamagochi del celu: TE AMO!! Q guena la fieeeeeeeeeeessssssssssssta de anooooocheee.” Un blogger creo que no ama tantas cosas, o por lo menos no es tan efusivo (¿o repetitivo es la palabra?)
Una firma en el libro de visitas de un flog diría algo así: “cuidate amor, buen finde :) un beso(L) efiame :$”. El comentario en un blog podría decir: “Muy buen post”.
Una foto en un blog: cuatro argentinos posando al lado de la Torre Eiffel para que el resto de la familia y amigos vean lo lindo que lo pasaron. Una foto de fotolog: el flogger en cuestión (con o sin amigos) con la pose obligada (manos sobre las rodillas, cadera a un costado y boca cerrada con los labios hacia afuera al mejor estilo “Raquel-Mancini-luego-del-tercer-quirófano).
Espero que ningún flogger se sienta ofendido por esta entrada. Sepan entender, hay una brecha generacional de por medio (por no decir unos cuántos años, que me hace sonar más vieja). O por lo menos… así lo veo yo.

1 comentario:

  1. Muy buena mirada acerca de estas manifestaciones sociales de la era digital. Me encanto toda la parte acerca del lenguaje flogger, jaja, no conocen un sinónimo de "amor", es verdad!!!! Che, espero q no atormentes a tus hijos cuando sean floggers, eh, 1 abrazo! Pablo Ostuni (ex ex flogger, ;)

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