Situación:
Meli, luego de recibir 2 advertencias de que no volviera a tirar al suelo el jugute, con todas sus fuerzas lo estrola en el piso por tercera vez. Con actitud desafiante levanta su vista desde el inerte e intacto juguete para encontrarse con los ojos desorbitados de bronca de Goldy. Si la mirada penetrante del padre no había sido suficiente, el cachetazo en la mano creo que cumplió su objetivo.
Desde un rincón Mati observa la escena.
Diálogo resultante:
Goldy: Melisa, te dije que no tiraras el jugute al piso y no hiciste caso.
Meli: Snif, snif, snif.
Goldy: Los juguetes no se tiran así fuerte
Meli: Snif, snif, snif...
Mati: No, Meli. A los juguetes... hay que tirarlos despacito...
(Goldy y Titi se miran. Sin poder aguantar, estallan en una carcajada. Mati, entendiendo, también rie. Meli, se seca las lágrimas y con cara de no entender nada agarra con la mano el panqueque y sigue comiendo como si nada hubiera pasado).
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