domingo, 2 de noviembre de 2008

Doña Lengua Materna Castellano

Nieta de la conocidísima y ya difunta Lingua Latina y fruto del romance de sus padres, nuestra queridísima Lengua Materna (Lema, de ahora en más) llegó a nuestras tierras ya hace mucho tiempo. Impulsada por el deseo de ampliar horizontes (tendencia muy de moda en su época) y conocer otros lugares y otra gente fue que decidió emprender la larga travesía que la traería hasta aquí.
Corría la década del 30 (del 1500, claro) cuando llegó a lo que hoy es Buenos Aires. No tardó mucho en hacer amistades, y en menos de lo que todos pensaban ya tenía novio. Al poco tiempo se casó y formó el matrimonio Castellano-Rioplantense.
La feliz pareja tuvo muchos hijos, que fueron creciendo, se independizaron y se fueron a vivir solos lejos de su casa paterna. Cada uno hizo su vida y se fue asentando en alguna nueva región. Sólo el hijo menor quedó en Buenos Aires, y fue el que más dolores de cabeza le trajo a sus padres. Considerado la oveja negra de la familia, Lunfardito, de carácter muy peculiar y arrabalero se pasaba días enteros escuchando gotán, timbeando y pasando el rato con otros atorrantes
Los años pasaron y la infidelidad quebró el hogar de los Castellano-Rioplatense. Lema no se pudo resistir a la encantadora indiferencia de un señor mayor. Lema se refería a él como “el Tío”… Y de sus encuentros, Sam le dio varios hijos, muchos de los cuales nunca reconoció.
Un ejemplo de esto es el caso de Copipeist, hermanastro de Copy and Paste y primo segundo de Copiar y Pegar. El pobrecito sufre sin estar seguro quién es su padre. El pobre bastardo está con una seria crisis de identidad.
Esperemos que Lema vuelva a ser la que fue antes, renueve energía y arregle las cosas en su matrimonio así no hay más hijos no reconocidos dando vueltas por ahí. Algunos ya le recomendaron una buena terapeuta (RAE), que según dicen, hace maravillas en estos casos.
Ojalá sea así. Ojalá.

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