lunes, 26 de enero de 2009

Conociendo a los vecinos.

El sábado decidimos ir a conocer Aldea Brasilera. Es un pequeñísimo lugar a unos 30 km. camino a Paraná, cuando se va por Diamante. Clarísimo, ¿no?
Por lo poco que pudimos averiguar y contrariamente a lo que uno se imaginaba por el nombre del lugar, no fue fundada por brasileros sino por rusos, que dejando su país natal habían llegado a Brasil primero. Sin mucha suerte por allí, terminaron asentándose aquí. De esto ya hace unos 140 años.
El lugar es muy chiquito. Acá van algunas fotos.
Luego, seguimos recorriendo por algunos caminos entre el campo hasta que llegamos a "Puerto Alvear", que en realidad son unas cuantas casas bien sobre el borde del río.
Lo pasamos muy bien. Conocimos un poco, y los gordos chochos de ver vacas, ovejas, caballos, gallinas y un par de chivos.
Esta es la iglesia de la aldea. No se ilusionen, que no está inclinda como la famosa Torre de Pisa. Fue el "azar" (o una mala postura fotográfica) la que logró el efecto ¿deseado?

Cuando los gordos vieron las ovejas, no hubo otra que parar. Mati estaba empecinado en querer tocarlas. Meli, un poco más tranqui.

Acá estamos en "Puerto Alvear". Como ya les había dicho antes, el río está muy bajo, así que hay muchísimo barro en la orilla y una polvareda alrededor que ni les cuento.

En uno de los caminos. Vean como está el pobre maíz. Ni rastros de verdor. La sequía ha hecho sus estragos por todos lados.

Otra del río.


La puesta de sol, impagable.


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