Señores fabricante de zapatos.

Sí, señores, a ustedes me animo a dedicarles mi entrada de hoy. No porque vaya a halagarlos por la variedad de colores, estilos y materiales que tan hábilmente combinan para atraernos de forma tan efectiva hacia las vidrieras (y en muchos casos hasta dentro de los locales). Tampoco los voy a felicitar porque, tal vez exagernado un poquito -- un poquito nomás, eh... -- hacen que la vida de las mujeres sea más alegre cuando vuelven a casa con alguna cajita rectangular en la mano. NO. Nada de eso.
Hoy, quisiera encarecidamente pedirles un favor. Estando en el negocio, supongo que saben que una graaan parte de la población femenina calza 38. Digo, si lo saben, ¡¡¡¡¿por qué cuernos no fabrican más pares de esa numeración?!!!!!
Pónganse las pilas muchachos, y fabriquen unos cuantos cientos más (tampoco se las den de Sarkany y salgan con lo de la exclusividad...). Es más, no fabriquen tantos #35 y dediquen un poco más de tiempo a ese grupo de mujeres que, lamentablemente, ya nos estamos teniendo que acostumbrar a un: "No, en 38 ya no queda NADA."
Es trise. Muy triste. Triste para mí, y triste para ustedes, que no más hoy, ¡¡SE PERDIERON NO UNA, SINO DOS VENTAS!!
Pilas, muchachos, pilas. Vamos que se puede.
He dicho. Buenas noches.