Varios me han preguntado (y una ha insistido lastimosamente) por qué no abro una cuenta en Facebook. Jamás pensé en darle mayor trascendencia a mi negativa, pero visto y considerando que la pregunta sigue saliendo, y por si a alguien realmente le interesa, acá van mis razones:
Me conozco lo suficiente como para saber que si yo abriera una cuenta en Facebook, una de las dos siguientes posibilidades ocurriría:
1. Perdería mucho, mucho pero muuuucho tiempo. Por un lado, me lo pasaría buscando gente que no veo hace siglos (o sí), viendo fotos, compitiendo en línea con alguien (y ya me imagino con quién… jejejejejeje), leyendo mensajes, dejando mensajes, etc. Por otro, perdería mucho tiempo tratando de que mi espacio esté actualizado. Manteniendo mi humilde blog, a veces estoy en línea más de lo que quisiera (no sólo publicando, sino leyendo y respondiendo mensajes en mi blog y dejando alguno que otro en los que visito. Y eso que desde hace bastante no le agrego mascotas, luces de neón ni ninguna otra cosilla interesante…). Como ven, sería demasiado.
2. No le dedicaría tiempo y eso resultaría en un bajón. Una vez, alguien me invitó a Hi5. Acepté la invitación (porque la otra opción era “rechazar la amistad”… Sí, claro…) y nunca puse nada en el espacio. Cuando quise eliminar la cuenta porque me daba vergüenza ni tener quiera cargada una foto o un mísero comentario, no pude porque había olvidado la contraseña. Para mí, o tenés un espacio y lo mantenés o no lo tenés. Así que, si no pudiera dedicar tiempo a Facebook, me “picharía”* y creo que eso sería peor que la opción # 1. Ya les dije… me conozco.
No sé si las razones son suficientes o de peso… pero es lo que hay. Así que no me vengan con eso de “si no estás en feisbuc no existís”. No hace falta.
Besos a todos (estén en FB o no).
Titi
* Término misionero (o de por ahí…) que indica una mezcla de bajón con angustia y algo de bronca. Claro, ¿no?
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