domingo, 3 de febrero de 2008

Feo, sucio y malo.

¿Hay algo más feo que un tereré tapado desde la primera cebada? Aunque son pocas las cosas, hay una que le gana por lejos.
Imaginen lo siguiente: Te vas a tomar el primer tereré y... tapado. Chupás mas fuerte, moviendo un poquito la bombilla para ver si se destapa... y ¡nada!...
Cuando largás la bomilla ves que dos antenitas van saliendo y un bicho horrible con cara de "¡¡No me chupes, soy Giordano!!" vuelve a meterse en lo que considera su segura guarida.
NO puedo describir con palabras lo que sentí (y menos lo que hice). Básteles saber que ya no quiero usar más esa bombilla, y que ahora tengo que agregar una más a mi lista de fobias y paranoias: YA NO TOMO MAS TERERE/MATE EN BOMBILLAS QUE NO SE ABREN, Y AUN ASÍ LAS EXAMINO CUIDADOSAMENTE ANTES DE CADA CEBADA.
Dejandolos con la imagen del bichito saliendo por la bombilla* pero con el sabio consejo de que hagan lo mismo que yo cada vez que vayan a preparar un mate/tereré, les deseo a todos una buena semana.
*Si a pesar de no haberlo vivido en carne propia, empiezan a hacer arcadas y sienten ganas de escupir, quédense tranquilos, todavía no han llegado al punto de la paranoia. Estuve investigando, y es un "síntoma" más que normal en estas situaciones... (jua, jua, jua, jua)

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