Ayer fue el día del inocente. No sé cuántos de ustedes cayeron como caballos en alguna broma, pero sé el número exacto de los que zafaron de caer en alguna de las mías.
Suelo aprovechar esta fecha para vengarme de alguna gastada pasada o simplemente para divertirme y pasar el rato. Pero este año, a falta de creatividad y ganas, dejé que otros se divirtieran (aunque hubiera preferido que no a costa mía, claro).
Una de las joditas -- como NO podía ser de otra manera -- vino de mi amiga Fuxa. Tuvo suerte de que no recordara al instante que era 28. Me tomó unos segundos caer en la cuenta; justo de antes de que comenzaran los improperios...
El otro caso fue el de Bugman, que casi me hace derramar una lágrima...
Como dije, no sé cómo lo pasaron ustedes. Personalmente, y considerando experiencias pasadas, este fue un día del inocente muy tranquilo.
Igual, prometí venganza...
Besos a todos y buen comienzo de semana.
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